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CARTAS

Déjenos ver, y déjenos verlo todo

No tengo todo claro como el agua, cada vez tengo más claro que el cielo día a día se oscurece. Tal vez son mis ojos, o mi imaginación que me juega malas pasadas en esta época o simplemente sea el cansancio. En los peores momentos (un 3 en dibujo después de tanto trabajo, ver a M que no hace el examen de arte) he querido arrancarme los ojos, dejar de ver, no podía, me sobrepasaba. Pero no es verdad, amo mis ojos, amo la luz que va reflejando mi fusil de arriba a abajo durante toda la mañana. ¿Por qué quiere arrancar los ojos a sus soldados? (pasar los exámenes por mí y por los demás) Déjenos ver, y déjenos verlo todo, polvo y luz. Es más, oblíguenos a verlo todo, porque todo es parte del plan: heridas, medicinas, polvo e incluso el cansancio (exámenes, recuperaciones, risas, gritos). Y cada uno tiene su pequeña misión para conseguir la gran misión. Lo sé, yo muchas veces tampoco entiendo por qué me paso horas limpiando zapatos en vez de luchar (estudiando en vez de ayudando en casa). Pero no lo olvide, estamos en el mundo deseado, no me quite ese mundo, ni intente vivirlo por el soldado De la T, vívalo con nosotros desde su puesto.
Sinceramente,
Cabo T

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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