Va al contenido

CARTAS

¿Qué nos faltaba?

Querida Teniente T: le escribo para contarle mi situación entre las trincheras.
Hoy el soldado R y yo no podíamos estar un solo segundo más en nuestro puesto de guardia (sentados en la biblio). No teníamos fuerzas, el frío era terrible, y llevábamos varios días sin librar... Ha coincidido con que los del batallón 1 y 4 estaban de permiso estos días (los de 1º Bachillerato y 4º ESO ya han acabado los exámenes), por lo que las trincheras estaban más solitarias que nunca. Solo había cuatro gatos del segundo batallón. Pero aunque estos camaradas estaban allí de guardia, entre los que se contaban el alférez E y el oficial C, compañeros que sin duda nos han apoyado mucho en el campo de batalla, nos sentíamos solos. Incluso juntos, no nos podíamos dar compañía. ¿Qué nos faltaba? La noche (el estudio de lengua) se nos hacía eterna y muy árida.
Intentando buscar apoyo en algo que me animara, saqué las cartas, que siempre llevo conmigo, de aquellos amigos que desde otras trincheras como las mías me escriben (el texto de Escuela). Luego saqué mi pequeño libro de cantos... No podía creer que no pudiera sacar fuerzas de ningún sitio. Yo, el que renace cada mañana, paseando entre las trincheras deseando los buenos días a todos. ¡Yo! ¡El que sabe que Dios le quiere! Yo, que había jurado bandera hacía pocos meses con tantas esperanzas. Sólo podía decirle a mi camarada: que Dios te guarde, porque yo no puedo solucionarte mucho.
Espero, camarada, que esta carta no le turbe demasiado ni le distraiga de sus quehaceres en la trinchera, pero... necesitaba compartir con alguien mi desaliento.
Un abrazo
Soldado De la T

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página