CARTAS

Todo está hecho para nosotros

Queridos camaradas (compañeros de camino):
Os habla el general H. Por equivocación del correo militar, he recibido erróneamente vuestras cartas, cargadas de ánimos y esperanzas para todos los soldados de este batallón (2º de Bachillerato). Como sabréis, fui gravemente herido en el primer gran conflicto en las trincheras (1ª evaluación con cinco suspensos) y aún no he conseguido recuperarme de las heridas, pero eso no me ha impedido que vuelva al segundo gran conflicto en el que nos encontramos en estos precisos momentos. Esto ha sido posible gracias a las noches en las que la ración de comida o bebida era doble (que A continúe diciendo: "¡Buenos días compañeros, los últimos serán los primeros en el reino de los cielos, no lo olvidéis!") o los días en los que llega el tabaco después de días sin poder fumar (los días de risa en el comedor) o cuando llega el correo de la capital, a pesar de encontrarte en Vietnam a 100mil km de casa, es decir, cuando de improviso el cabo GF encuentra una noche al sargento L con las fuerzas por el suelo pero consigue animarlo con su compañía y comprensión (días I en los que cartas como las de T te hacen levantar la cabeza y salir de tu pompa) o días en los que las enfermeras han tenido un trato especial contigo (animándote, ayudándote con la sintaxis, cantando). Esos días son los que hacen que sea posible que estemos en este preciso momento ante el segundo conflicto más sanguíneo y duro (muchos suspensos) de toda la experiencia militar que hemos ido adquiriendo en las diversas batallas. Conflictos que han sido llevados a cabo por nuestro Máximo Superior para poder conseguir la gran victoria del día a día en el campo de batalla, que en tantísimas ocasiones olvidamos que se nos da la mejor arma y no somos capaces de usarla porque no la encontramos. No sé cómo saldremos en este segundo gran conflicto en la trincheras, pero aun con un gran miedo ante una herida demasiado profunda, creo que podría volver a recuperarme sabiendo que las medicinas que me dan y los médicos que me atienden son lo mejor para mis heridas, porque El de arriba las ha elegido expresamente para mí porque, aunque sea vuestro superior, en ocasiones se me olvida ponerme las gafas para leer la medicina que me están dando (...que todo está hecho para nosotros). Ver es fácil, sólo tienen que ayudarte a encontrar las gafas idóneas.
De M a T e I