Más de un centenar de jóvenes, niños y niñas en conflicto con la ley y en situación de riesgo de exclusión socioeconómica tendrán, a partir de ahora, la oportunidad de formarse y educarse para lograr su reinserción social y laboral. Esto será posible gracias al Centro de Desarrollo Comunitario Luigi Giussani en Paraguay, que se acaba de inaugurar en la comunidad de Itaguá, a 30 km. de Asunción.
El complejo está compuesto por una Escuela de Formación en Oficios, otra de Educación Básica y Media, un Taller de Carpintería Industrial y la Escuela Sociodeportiva "Real Itaguá". Este último centro ha sido impulsado por la Asociación paraguaya Virgen de Caacupé gracias a su presidente, Raúl Aguilera, y su director general, Pedro Samaniego Abadie, así como de Pablo Llano, director de la ONG española CESAL. La mayor parte de estas instalaciones se han construido gracias al apoyo de entidades españolas como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el Ayuntamiento de Sevilla, la Fundación Mapfre, la Universidad de Sevilla y Fundación Realmadrid.
La historia se remonta 14 años atrás, cuando Pedro Samaniego empezó a visitar a los 200 presos del correccional "Panchito López". Según él, «lo que pretendíamos era aprender lo que era un gesto de solidaridad en la vida. Nosotros estábamos con ellos: charlábamos, cocinábamos, limpiábamos las celdas... De ahí nació algo impensable, un desafío. Los chicos querían estar con nosotros». Y así surgió la iniciativa de dar vida a este espacio, pensado para acoger a menores en situación de riesgo social y, algunos, en conflicto con la ley, por el que hasta hoy ya han pasado más de 120 jóvenes.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón