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VENEZUELA

«Ese primerear que guía mi vida entera»

Leonardo Marius y Valeria León
14/07/2014
El encuentro con el Nuncio apostólico en Caracas.
El encuentro con el Nuncio apostólico en Caracas.

Con el auditorio de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Andrés Bello desbordado, y con la presencia de amigos de diversos ámbitos, así como de movimientos eclesiales, órdenes religiosas y parroquias, se realizó un hermoso encuentro público con Monseñor Aldo Giordano, Nuncio Apostólico en Venezuela, sobre lo esencial que el Papa Francisco desde la Evangelii Gaudium nos propone a todos. Luego de unos cantos y un fragmento del video del Papa Francisco con los movimientos eclesiales en vísperas de Pentecostés de 2013, comenzó el Nuncio su intervención.

Entre tantos aspectos interesantes, nos recordó que la Evangelli Gaudium es de gran ayuda para afrontar los problemas actuales. Enfatizó que «es necesario ubicar los problemas en su justa dimensión, porque cuando ocupan todo el horizonte no hay posibilidad de enfrentarlos apropiadamente, se pierde la perspectiva, nos determinan y encandilan». Tomar distancia del problema, mirándolo a cierta distancia en el horizonte, se sitúa en el nivel al que pertenece haciendo que nuestra mirada se amplíe. «Necesitamos personas –dijo– que sean capaces de tener esta mirada hacia el horizonte, porque este es el punto donde la tierra se encuentra con el cielo, y el horizonte que trae luz y novedad es aquel del cielo, el que fue abierto por Jesucristo».

El Papa Francisco –decía Monseñor Giordano– ha creado el neologismo "primerear", para decir que Dios nos precede en el amor, indicando a la Iglesia el camino que debe seguir. Y nos contaba que el lema que acompaña su escudo episcopal es: Praecedit vos in Galileam (el Resucitado os precede en Galilea). Esta frase del Evangelio lo ha acompañado durante toda su vida, sobre todo en los tantos viajes que ha realizado, y ahora el Papa le ayuda a vivirlo más intensamente, reconociendo cómo Cristo lo ha precedido y esperado en Moscú, en Londres, en Dakar, en Brasilia, y ahora en Venezuela. Y nos dijo: «hoy entre ustedes, una vez más, he encontrado al Resucitado que me esperaba y me dice: “!no temas!”».

Refiriéndose a los cuatro criterios para orientar el modo de vivir las circunstancias que el Papa Francisco propone en la Evangelii Gaudium (el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es superior a la idea, y el todo es superior a las partes), nos insistió en la importancia de «ampliar la mirada para reconocer un bien mayor que nos beneficiará a todos», a trabajar en lo pequeño viendo el horizonte, porque el Paraíso realiza la espera de lo verdadero, de lo bueno, de lo bello, del corazón del hombre.

Para nosotros ha sido un gozo encontrarnos con un hombre de fe, que está dispuesto a seguir lo que el Papa nos está proponiendo, demostrando una gran paternidad y estima por los movimientos, por cada uno de nosotros personalmente.
Cómo él mismo nos dijo, que vale la pena favorecer encuentros así de comunión, porque la comunión es como «una perla extraña de conseguir». Este gesto de comunión pone en evidencia el servicio que como movimiento estamos llamados a brindar a la Iglesia y al mundo. Y la comunión sólo se logra partiendo de Otro que la genera, de Su presencia que nos precede y nos muestra el método para vivirla y hacer que surja en nuestra sociedad.

Necesitamos, como decía el Nuncio, personas que vivan con esa tensión hacia el horizonte, personas que hagan el recorrido que puede hacer surgir a un adulto, a un hombre maduro en la fe, capaz de ser protagonista del mundo porque es protagonista de su propio yo frente al misterio.
Nos descubrimos contentos, con un juicio más claro, pero por ello más necesitados entonces de Su Gracia, de hacer un camino más serio y profundo de personalización de la fe como hace el Papa Francisco, disponiéndonos a salir y seguir a hombres así, que con toda su humanidad muestran «la pertinencia de la fe a las exigencias de la vida», como hizo Giussani, como hace Carrón, y como nosotros deseamos hacer en lo concreto de la vida personal de cada uno y en este contexto de nuestro país en el cual somos llamados a ser testigos de Él.

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