«Muy bonito. Gente sincera que intenta hacer algo diferente. La Italia de la diversidad, de la variedad. Esta es la nueva mirada de Italia». Es el texto de un mensaje de whatsapp escrito al terminar la jornada del viernes del director de la Biblioteca de Alejandría, Mostafa El Feki. Un mensaje que responde a distancia a una observación de Olivier Roy: «Hace falta abrir un espacio de espiritualidad en Europa», como respuesta al nihilismo que genera la violencia. Como insistía en la intervención final del Meeting el secretario de estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, «precisamente en un momento como este, en que la humanidad está atravesada por la violencia, las amenazas, el miedo y las injusticias, el diálogo es la única estrategia que podemos adoptar. La Iglesia no puede hacerse otra cosa que palabra, mensaje, súplica, coloquio dentro de esta estrategia».
Así ha sido la edición 2017 del Meeting por la Amistad entre los Pueblos, celebrado del 20 al 26 de agosto en el recinto ferial de Rímini. Un Meeting que ha intentado volverse a ganar la herencia de 38 años de historia, no con fórmulas fáciles sino mediante la curiosidad, el encuentro paciente con el otro, la atención a la diversidad, la profundización en los puntos más calientes. Como el trabajo, por ejemplo, con las exposiciones “Cada uno a su trabajo” y “Para que todo pueda existir”; o las muestras sobre arte contemporáneo, la Custodia de Tierra Santa y las nuevas generaciones de hijos de inmigrantes. Como la crisis, leída en todas sus facetas -gracias a la contribución de Luciano Violante- como una ocasión de renacer. O los espectáculos, que abren nuevos frentes. Pensemos en la colaboración con la China National Opera House con su Madama Butterfly o en las producciones del Meeting “Padre e hijo” y “Un sobresalto del corazón”.
La XXXVIII edición está marcada por sus contenidos y también por sus números. La asistencia ha sido multitudinaria (da fe de ello el número de clientes atendidos en la restauración, que supera en dos mil la cifra de 2016), así como las colectas, que doblan la cantidad del año pasado con cien mil euros recogidos, los diez mil mp3 de autoguías en las exposiciones, y naturalmente los 118 encuentros con 327 ponentes, 17 muestras, 14 espectáculos con 21.000 espectadores, 31 eventos deportivos. En los 130.000 metros cuadrados del recinto total (21.000 dedicados a la restauración), con la aportación de 2.259 voluntarios más otros 400 en el “pre-Meeting”, del 12 al 19 de agosto. También son considerables las cifras de comunicación: 600 periodistas acreditados (+20% que el año pasado), 1.478 artículos en prensa impresa, 1.447 en internet, 316 conexiones televisivas y 154 emisiones en radio, con un total de 3.395 servicios. Las redes sociales tampoco han dejado de bullir. En una semana, 1.175 nuevos seguidores en Facebook en la página @meetingrimini, 515.000 usuarios y 400.000 interacciones, entre me gusta, comparticiones y comentarios. Además de 166.000 visualizaciones de video en Facebook y 250.000 en Twitter. En el apartado de costes, el Meeting 2017, que recibe escasísimas aportaciones públicas, cuenta con un presupuesto de 5.490.000 euros, donde los ingresos principales son la publicidad de empresas (tres millones y medio de euros) y los ingresos de restauración (1.135.000).
Se podría decir que para el Meeting de Rímini el año 2017 ha sido el año del compromiso por la paz. Un tema que ha caracterizado los testimonios desde Israel, Egipto, Venezuela, Jerusalén, con el testimonio del Custodio de Tierra Santa, el padre Francesco Patton, pero también con las oraciones de personas de distintas religiones, cada uno en su forma, elevadas en el espacio dedicado a la amistad entre don Giussani y el monje budista Shodo Habukawa. Han hablado de paz el nuncio en Siria, cardenal Mario Zenari, pero también el director de la Biblioteca de Alejandría, Mostafa El Feki, Monica Maggioni (creadora junto a Paolo Magri del espacio “Muros”) y el presidente del parlamento europeo, Antonio Tajani. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha querido destacar que «el mundo necesita realmente una buena dosis del espíritu del Meeting de Rímini en este momento».
La edición inaugurada por el presidente del Consejo Paolo Gentiloni y descrita de un modo palpitante en su lema por el administrador apostólico de Jerusalén Pierbattista Pizzaballa ha vivido en directo la visita a Rusia del secretario de estado vaticano Piero Parolin. Los protagonistas de este evento, el metropolita Hilarión y el propio Parolin, hablaron en el auditorio del Meeting el jueves 22 y el sábado 26.
¿El secreto del Meeting 2017? Estaba ya en las palabras que el Papa Francisco escribía en su mensaje del 20 de agosto: «No tenemos parcelas que defender porque el amor de Cristo no conoce fronteras que no se puedan superar». No hay nada que defender porque quienes nos indican el camino son «testigos fiables». No quien ofrece recetas precocinadas sino los que ayudan a «aguzar la vista para vislumbrar los muchos signos –más o menos explícitos– de la necesidad de Dios como sentido último de la existencia, para poder ofrecer a las personas una respuesta viva».
«Quiero subrayar este último adjetivo utilizado por el Papa», comenta Emilia Guarnieri, presidenta de la Fundación Meeting por la Amistad entre los Pueblos, «porque una respuesta que no sea viva, que no indique paso a paso un camino, que no se haga compañía entre personas aun muy distintas entre sí, hoy ya no tiene nada que decir. De ahí que la atención hacia los jóvenes a la que nos invitaba el mensaje del presidente Mattarella al Meeting no se haya convertido en el habitual discurso trillado sobre los millennials sino en un nuevo protagonismo para los chavales».
El lema de la 39ª edición del Meeting por la Amistad entre los Pueblos, que se celebrará en el recinto ferial de Rímini del 19 al 25 de agosto de 2018, será “Las fuerzas que mueven la historia son las mismas que hacen feliz al hombre”.
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