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Fiesta de la auténtica humanidad

Elena Simón

02/02/2016

Constanza Schlichting, artista de procedencia germano-española, ha sido seleccionada para el LI Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura, por esta obra de expresionismo social GRACIAS!, cuya temática todos reconocemos, son los huidos sufrientes de Siria, Iraq y otros lugares en guerra.
En ella percibimos una técnica suelta y esencial en paisaje y figura, género este presente desde los inicios de su carrera, imbuida del expresionismo nórdico al que pertenece la formación pictórica de la artista. Constanza, licenciada en Madrid en Historia del Arte, estudió en Alemania el paisaje al aire libre, y en la Escuela de Bellas Artes (HdK) de Berlín con el pintor Klaus Fussmann, allí también se especializará en dibujo y grabado.

Manchas inquietas conforman el impacto de esta obra impregnada de tonos azules grisáceos que dramatizan la escena y su paisaje. Todo se mueve, las olas agitadas y frías y el racimo humano. Estas mujeres, hombres y niños, luchadores incansables con el desgarro y el lamento en el rostro, han huido, han abandonado, han dejado tras sus espaldas un pasado destruido. Solo conservan su propia vida, su vida en riesgo en estas barcazas hacinadas, para alcanzar un sueño: el de la realidad de una historia nueva y en paz.

Pero esto no es todo, la pintura realmente muestra una intensa dicotomía cromática, la pintora en su gran composición incorpora junto a los tonos fríos otra gama de toques cálidos que rescatan la escena, la bordean, la recogen. Estos huidos no están solos, el hombre con el hombre en un juego de anonimatos, mano con mano.

El primer plano se abre con una destacada mujer que, agotada por los avatares pero en movimiento imparable, ya fuera de la balsa, se introduce físicamente sostenida en nuestro espacio, en su paraíso anhelado. Otro grupo la sigue, el joven con el niño en brazos, y los que inician el descenso, recuperados por la cadena humana que tiene un firme propósito: rescatar sus vidas.

Es un salvamento y han sido ganados a un destino cruel: los manguitos, el flotador, los chalecos salvavidas en manchas naranjas y rosadas, bien saturadas de pasta cromática, expresan el triunfo, el hombre que recupera al hombre de su tragedia. Así se mueve la vida. Al margen de razas y credos, construir, recuperar, rehabilitar se nos antojan en estos hombres quehaceres divinos.
El horizonte, radicalmente diverso, se percibe en lontananza sereno y luminoso, celebrando esta gran fiesta, la de la auténtica humanidad.
Casa de Vacas del Retiro. Madrid
4-29 febrero

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