“Una emergencia: el hombre”. El título de la XXXIV edición del Meeting por la amistad entre los pueblos refleja el espíritu de la obra de san Agustín y su desarmante actualidad: una humanidad que “emerge”, potentemente, no sólo como el peligro de una pérdida de sí, sino como el florecer de algo que define el núcleo disruptivo y decisivo de la condición humana. De ahí la decisión del responsable de los espectáculos del Meeting, Otello Cenci, de programar como acto inaugural, con la forma de un recital, Las Confesiones de Agustín.
Un hombre oye que alguien le llama por su nombre, alza la mirada hacia la dirección desde la que resuena la voz. Pregunta, inseguro, si se dirige a él. Una nueva concepción del yo que inauguran estas Confesiones: un yo que se concibe como respuesta a un tú que le llama. El protagonista, uno de los actores teatrales más importantes del panorama italiano y europeo: Sandro Lombardi, que llega a las palabras de Agustín iluminado no sólo por una luminosa y veterana trayectoria de interpretación de los clásicos, sino también por la experiencia de las últimas vanguardias y de los memorables espectáculos de Testori.
«Agustín aquí dialoga con Dios», subraya Lombardi. «Lo que me impresiona es cómo consigue llegar a esta nivel de introspección, de extrema modernidad. Las Confesiones son una obra maestra fruto de una atenta auscultación de nuestra alma. Agustín trabaja sobre el propio yo y sobre la memoria. No hay nada igual hasta los grandes escritores franceses, como Chateubriand, Proust…».
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