Tras una amnesia de cincuenta años, Venecia vuelve a recordar. Él la amó, la dejó y volvió a abrazarla. Ella primero le acogió, luego le rechazó y al final le ignoró, como si nunca hubiera existido. Pero la imagen de ella había quedado grabada para siempre en él. Con la exposición William Congdon en Venecia – Una mirada americana, la Universidad Ca’ Foscari salda una deuda con el pintor norteamericano que vivió y trabajó en la ciudad de los canales durante más de una década, de 1948 a 1960. Y que la convirtió en su gran musa, con una larga serie de obras extraordinarias.
Sus vistas de Venecia no sólo no se habían expuesto nunca aquí, sino que la ciudad jamás le dedicó ninguna exposición personal ni retrospectiva. Parece imposible, pero así es. Sin embargo, la gran coleccionista Peggy Guggenheim afirma: «William Congdon es el único pintor, después de Turner, que entendió qué es Venecia, su misterio, su poesía, su pasión. Su modo de expresarse es moderno, su comprensión es vieja, como la ciudad misma. Él supo captar la esencia efectiva de muchos siglos y fundamenta esta visión en un sueño tan fantástico y bello que sus pinturas cortan la respiración». Existe una fotografía que retrata a Peggy sentada en una góndola. Es una jornada soleada de septiembre de 1957. A sus espaldas un gondolero vestido de blando. Ella lleva puesta una capa y unas peculiares gafas que parecen una máscara de carnaval. Delante de ella, en primer plano, Venice I Lagoon. Un cuadro de William Congdon que ella compró.
La relación entre Congdon y Venecia será más profunda con el paso de los años. Fueron muchos sus viajes por el mundo: Roma, París, África, Guatemala. Pero es como si todos estos enfoques fueran consecuencia de lo sucedido en la ciudad de los canales. El pintor se dio cuenta de los grandes resultados que alcanzó en sus vistas venecianas, hasta el punto de que ya en 1952 le escribe a su amigo Tom Blagden: «Siento una potencia creciente como pintor, estoy menos agarrotado incluso frente a los más grandes».
La exposición en Ca’ Foscari, a cargo de Giuseppe Barbieri y Silvia Burini, reconstruye la historia veneciana del pintor, con 36 obras procedentes de instituciones públicas, colecciones privadas y la William Congdon Foundation. Junto a las pinturas, algunos cuadernos y cartas del artista, y una entrevista en video con Fred Licht, crítico de arte y director de la Peggy Guggenheim Collection. Es la primera vez que una exposición sobre Congdon se concentra sólo en el periodo veneciano y permite disfrutar, de una sola vez, de toda la complejidad y riqueza de esta etapa. Pero además, incluye tres cuadros inéditos, uno de los cuales se ha dado a conocer precisamente para esta ocasión. Es una pequeña pintura al óleo que forma parte de una serie de cuatro paisajes venecianos. No está fechado ni firmado. Representa la plaza de San Marcos vista de espaldas a la Basílica. Los comisarios de la exposición lo atribuyen a Congdon por el tema y el estilo. En él se reconoce la atención al punto de fuga que proyectan los edificios que delimitan el espacio. La plaza está cortada por la mitad con una línea sombreada, mientras que el cielo es una fiesta de trazos azules que parece anticipar el estilo del último Congdon.
La sala con más éxito es la dedicada a las vistas de San Marcos realizadas entre 1950 y 1951. Cinco versiones de gran impacto. Impresiona la luminosidad de los colores, imposible de captar en las reproducciones en papel. Emociona asomarse a la gran ventana que muestra el Palazzo Balbi en el centro de Venecia – Gran Canal de 1952, en el que aparece, a la izquierda, la Universidad Ca’ Foscari, sede de esta exposición.
Los comisarios admiten que no han conseguido traer algunas importantes obras que se encuentran en los museos americanos por razones de tiempo. Han obviado este problema exponiendo – quizá de forma discutible – algunas ampliaciones. La exposición se cierra con un homenaje a Giuseppe Mazzariol, el crítico de arte veneciano al cual – más que a nadie – se debe el intento de revalorización de la obra de Congdon en los años ochenta. Un intento al que esta exposición quiere contribuir, aunque aún no se puede decir que se haya completado.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón