La muerte de Václav Havel, el primer presidente de la Checoslovaquia libre después de la caída del comunismo, nos trae a la memoria una de sus obras más conocidas en Italia, El poder de los sin poder, con esa iluminadora descripción de los regímenes totalitarios de Europa del este en la época del telón de acero.
El libro fue publicado por primera vez en occidente en 1979 por CSEO, Centro de Estudios de Europa Oriental fundado en Forlí por Francesco Ricci que desde mediados de los años sesenta mantenía con muchos riesgos y dificultades contacto con las realidades vivas al otro lado del telón mediante viajes y encuentros clandestinos.
Los testimonios de esa vida llegaban a occidente camuflados con muchas argucias para escapar a los controles del régimen y de los militares de las fronteras. El texto de El poder de los sin poder, escrito en folios de papel de seda doblados y cuidadosamente disimulados en una caja de especialidades bohemias, salió de Praga, del círculo de los amigos de Havel, a través de un occidental con visado turista que pudo atravesar la frontera, llegar a Roma y entregárselo a Karel Skalicky, un sacerdote bohemio en el exilio que mantenía contactos con los círculos clandestinos de Checoslovaquia.
«Ricci y Skalicky -recuerda Antonietta Tartagni, entonces secretaria de redacción del CSEO, que tradujo del checo al italiano el texto de Havel- se conocían desde mediados de los años sesenta. Él nos pasaba el material clandestino recogido para traducir y publicar. Ricci y otros colaboradores se veían con él con mil precauciones porque estaba bajo el control de los espías del este. El poder de los sin poder lo recibí yo. Havel lo había terminado en octubre de 1978 y Skalicky me lo paso a principios de 1979. Recuerdo que estábamos en el Instituto de los Hermanos Maristas donde vivía este sacerdote después de haber escapado de Checoslovaquia. El texto estaba escrito a máquina en hojas de papel de seda y era complicado descifrar las palabras porque no existían fotocopiadoras y las copias se hacían con papel carbón».
En el período de la primavera de Praga, Ricci había conocido a Havel probablemente a través del teólogo checoslovaco Josef Zverina que salió de la cárcel después de quince años de trabajos forzados. Mantuvo otros contactos con Havel a través del editor Václav Vasko y del padre Vladimir Vyhlidka, que fue también secretario del cardenal Frantisek Tomasek, arzobispo de Praga. «Cuando me entregó El poder de los sin poder -recuerda de nuevo Tartagni- Skalicky me dijo: "es una bomba"». Ricci que había fundado CSEO para documentar la vida verdadera que bullía bajo los grisáceos regímenes comunistas totalitarios, se entusiasmó en cuanto leyó la traducción y decidió incluso dar vida, con ese texto, a una nueva colección de la editorial que llamó "CSEO outprints". La presentó de la siguiente manera: «Relatos breves, prohibidos en el país en el que han sido escritos y por tanto publicados "fuera". Pero también escritos que obtienen su alimento de un terreno que está "fuera" del campo de la cultura dominante en occidente. Escritos para la verdad del hombre. Pensamientos de "otras" posibilidades, sin utopías».
Cuando salió el libro, Havel estaba en prisión. Tuvo conocimiento de su publicación y del gran eco que El poder de los sin poder había tenido en Italia sobre todo entre los jóvenes, a través de su hermano Ivan, al que Ricci visitó en casa de unos amigos comunes de Praga, en esos encuentros clandestinos siempre acompañados por la música de un tocadiscos de fondo para que no se oyeran las conversaciones y poder "confundir" a los micrófonos ocultos. Hasta junio de 1990 después de la caída del comunismo, acabado el régimen policial con sus extenuantes pesquisas en las fronteras, no pudieron por fin llevar a Praga y entregar todos los textos de Havel que mientras tanto CSEO había publicado.
Nacido en 1936, Havel conocido como escritor y dramaturgo, fue expulsado a causa de sus orígenes burgueses de todos los institutos de bachillerato y consiguió estudiar dramaturgia por correspondencia. En 1977, firmó como portavoz con Patocka y Hajek el documento Carta 77 y por su compromiso en la defensa de los derechos humanos fue encarcelado varias veces. En noviembre de 1989 fue uno de los artífices de la llamada "revolución de terciopelo" que en pocos días y sin violencia, lleva a la caída del régimen comunista. Se convirtió en el primer presidente de la Checoslovaquia libre y supo guiar también la separación entre la República Checa y Eslovaquia.
«Un espectro se cierne sobre Europa Oriental: en occidente lo llaman disidencia», éstas son las palabras con las que comienza El poder de los sin poder donde Havel describe la vida bajo los regímenes totalitarios, pero indica también las posibilidades reales para el cambio. Su deseo de libertad sigue ahora construyendo una nueva Europa.
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