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Y un catalán llevó la magia a los Alpes

Margherita del Castillo
12/07/2011

El Forte di Bard es uno de los mejores ejemplos de las fortalezas de principios del siglo XIX, cuando este lugar, fortificado ya en la época prerromana, fue restaurado. De sus tres pisos, el más alto se utiliza para acoger exposiciones temporales. Actualmente, su ambiente noble y severo está transfigurado por los colores y formas mágicas, visionarias y enigmáticas de Joan Miró, el célebre maestro catalán que a mediados del siglo pasado protagonizó, entre otras, la revolución plástica que marcó aquellos años.
El recorrido de la exposición reúne un número verdaderamente considerable de obras, gráficas, pictóricas y plásticas, en total casi doscientas piezas. Esculturas imponentes, ensamblajes, litografías, monumentos en bronce, estatuas antropomorfas, tapices y óleos de gran impacto cromático desvelan la poesía y la fuerza creadora del pintor, del escultor, del artesano, del diseñador, del ceramista que, con cualquier tipo de material que encontrara, demostró haber heredado de su tierra el gusto por la libertad y una insaciable curiosidad hacia la naturaleza y el mundo que lo circundaba.

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Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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