«Este es el primer encuentro de una jornada dedicada a la educación, concretamente a la escuela. Como expresión de la centralidad de la educación en referencia al lema de este Meeting 2017». Con estas palabras, Giorgio Vittadini, presidente de la Fundación por la Subsidiariedad, presentó la mesa redonda en la que estuvo presente el exministro italiano de Educación, Luigi Berlinguer.
Francesca Zanelli, profesora de un instituto público, narró varios encuentros que ha tenido con estudiantes concretos, los problemas que le planteaban y cómo afrontarlos juntos ha sido ocasión para suscitar su responsabilidad. «Hay que mirar y escuchar a los chicos que tenemos delante, sin bajar el nivel pero dispuestos a cambiar nuestros proyectos. Hay que apostar por el valor que tantas veces el chaval cree que no tiene. Resumiendo, es necesario un método realista y no esquemático al relacionarse con los alumnos. Porque la persona renace cuando alguien la toma en serio».
También lleno de diálogos, con profesores y estudiantes, ha estado la intervención de Anna Frigerio, directora del liceo clásico y científico de la Fundación Sacro Cuore de Milán. «Una es tal cuando favorece un método y hace crecer el descubrimiento de uno mismo». Citó al Papa Francisco y su indicación de «un pensamiento abierto y no rígido», subrayando el valor de la poesía y la imaginación. Y luego a don Giussani, sobre «custodiar la apertura de la razón e incrementar la relación con los chicos». Para terminar con lo que le dijo un alumno a final del curso: «Ahora todas las cosas se unen», es decir, la confusión se vence, yo tengo un lugar en el mundo. Frigerio insistió en que la novedad, en la relación con el alumno y en el diálogo con su libertad, se introduce «haciendo escuela, afrontando seriamente las asignaturas, que son un punto irrenunciable».
También intervino Michele Monopoli, director de un instituto de Milán. «Las preguntas de este Meeting son cruciales, hacen “temblar el pulso”. La educación no es una operación de trasvase sino una interacción respetuosa entre generaciones. Si amamos verdaderamente lo que enseñamos, podemos hacer saltar en los alumnos la “chispa” y la maravilla». Respecto a la presencia islámica en la escuela «debe ser acogida como una oportunidad y no como una amenaza. Oriente y Occidente no están separados», dijo rechazando la veracidad de la ideología del “choque de civilizaciones”.
Susanna Mantovani, profesora de pedagogía en la Universidad Bicocca de Milán habló de cómo educar a los jóvenes en el uso de su razón y libertad, subrayando entre otras cosas la importancia de reflexionar, razonar y conversar juntos. «Me parece muy importante que haya momentos para discutir lo que aprendemos y estudiamos. Y estos momentos de comunicación juntos deben ser intencionados, no casuales». Razonar y reflexionar exigen tiempo, lo que supone una “fatiga buena”, pues son muy convenientes las «discusiones animadas, que no animosas». Para ella suena como una señal de alarma esto que le dijo una vez un alumno: «nadie me había preguntado qué pensaba de las cosas que estudio».
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