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El Gran Muftì del Líbano: «Ante la violencia no bastan las palabras. No existe un estado islámico»

26/08/2017

«Creo que para los musulmanes no es suficiente declararse contra la violencia y el terrorismo. Es necesario que se muestre al más alto nivel cómo hacer convivir pacíficamente a cristianos y musulmanes en un clima de libertad y respeto mutuo». Son palabras de Mohammad Sammak, secretario general del Comité para el Diálogo Islamo-Cristiano en el Líbano.

«Analizando los textos islámicos, hay documentos religiosos importantes que muestran cómo en realidad no tenemos ningún vínculo con eso», añadió, subrayando que hay tres puntos especiales a tomar en consideración. El primero es que «en las enseñanzas islámicas nunca se habla de una mayoría ni de una minoría musulmana o cristiana, sino que se considera a los grupos con una ciudadanía absolutamente idéntica». El segundo es que «en el islam no hay un estado religioso. Estos terroristas afirman querer construir un estado islámico, pero han tomado una distancia clara respecto a estas afirmaciones en relación a Iraq y Siria, y sobre este concepto de estado religioso que en el islam no existe». El último se refiere a «la libertad religiosa, que Benedicto XVI definía como la corona de todas las libertades. ¿Cómo respetarla? El mensaje nos llega directamente de Dios. Para poder profesar la religión musulmana, yo debo creer en la libertad de los cristianos para poder profesar la suya. Es el mensaje que todos los líderes del islam deben lanzar y difundir cada vez con más fuerza, no solo dentro o fuera de sus comunidades, sino en todo el mundo».

Por su parte, el rabino David Rosen, director internacional de Asuntos Interreligiosos en el American Jewish Committee, precisó que «el diálogo y la colaboración interreligiosa son imperativos imprescindibles, obligatorios para cualquier persona religiosa que tenga ciertos valores éticos. Si creo en la santidad de la familia, tendré que colaborar con quien crea en este mismo valor, y lo mismo vale para el cambio climático, el cuidado del medio ambiente, la lucha contra la pobreza. Si como judío no trabajo junto a mis hermanos cristianos y musulmanes, significa que les traiciono. Es a través del encuentro como puedo descubrir la presencia divina, más allá de la tradición a la que pertenezca». Reflexionando sobre la violencia terrorista, añadió que «las sociedades deben tomar medidas para protegerse e intentar ser proactivas, transmitiendo un sentimiento de valoración y aprecio a las personas, haciéndolas sentirse miembros de la sociedad y valorando su identidad». En este sentido, «el diálogo interreligioso es la verdadera expresión del sentido de la hospitalidad en la tradición de Abrahán».

Monseñor Silvano Maria Tomasi, nuncio apostólico, miembro del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, afirmó: «Si miramos el mundo de hoy, vemos mucha violencia, y pensamos que el diálogo ha fracasado. Pero se ha recorrido un largo camino. En la tradición católica desde el Concilio Vaticano II se ha desarrollado una teología del diálogo, desde Pablo VI con Ecclesiam suam al Papa Francisco con la Evangelii Gaudium. Debemos preguntarnos cómo es posible que estos jóvenes no hayan encontrado en la cultura occidental una respuesta adecuada a sus inquietudes, acabando en un camino de extremismos para buscar algo que les justifique a ellos mismos y el sentido de su vida». Mientras que «la otra cara de la moneda» es que «para la eficacia de un diálogo religioso auténtico, los líderes culturales, religiosos, políticos, tanto islámicos como de otras tradiciones religiosas, deben ser claros y sin ambigüedades al dar una interpretación correcta, de modo que no se justifique silencio alguno respecto al terrorismo».

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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