En el ámbito de las actividades de la Casa de San Antonio, en Fuenlabrada, el testimonio de Farhad, musulmán, ex capitán del ejército afgano y actualmente mediador social en Italia, ofrece una verdadera ayuda para afrontar los tiempos que corren. Y responder a los miedos con los que todos tenemos que enfrentarnos.
Como hombre y como un musulmán, condeno la masacre que están cometiendo los hombres del llamado Estado Islámico. Un verdadero musulmán no puede aprobar estos actos de muerte. Lamentablemente quedan pocos verdaderos musulmanes, porque en muchos de los que se llaman a sí mismos musulmanes, el demonio ha tomado el lugar de Dios en sus corazones. En el Corán y en las enseñanzas del islam nunca hay la orden de tomar la vida de un ser humano, ni creo que haya una indicación similar en cualquier otra religión. Es muy importante decir que un musulmán no es un verdadero musulmán si no cree en los cuatro libros sagrados y no respeta otras religiones. Si uno está en contra de estos dos principios no es musulmán, porque esta es la palabra de Dios.
La guerra que desarrolla el Estado Islámico está hecha por personas que no creen en Dios, no tienen conocimiento de Dios y sus corazones están conquistados por la fuerza del demonio que se apoya en grandes intereses económicos. Desafortunadamente quienes guían esta guerra utilizan gente común manteniéndola en la ignorancia. Esto no sucede solo en el islam. La famosa palabra “fundamentalista” puede aplicarse en muchos contextos: también hay un fundamentalismo cristiano y también un fundamentalismo ateo. El fundamentalismo debe ser condenado por todas las religiones porque no respeta la humanidad, no respeta a las criaturas de Dios.
En cambio, todas las religiones hablan del amor de Dios. Sacrificar y abrasar a una criatura de Dios no es amor. En el islam, en el Corán, estas cosas están condenadas. Por ejemplo, en el islam no existe la quema de una persona. Incluso cuando una persona muere es muy importante darle sepultura, no se contempla la incineración. Esto demuestra que los hombres que quemaron al piloto jordano no han actuado en nombre de la fe en el Dios verdadero. Aquel piloto tiene todo mi respeto: me emocioné al verlo aceptar su destino con la frente alta, sin llorar, sin pedir piedad y orando a Dios hasta que el último trozo de su cuerpo fue quemado. Murió como un verdadero musulmán.
La difusión de imágenes de ejecuciones vía youtube pretende generar temor en el mundo. (Aquellos que dirigen la guerra) saben que la mayoría de las personas en el mundo no creen en Dios y tienen miedo a morir: en realidad ellos no tienen mucha fuerza, pero consiguen crear una imagen ampliada de su poder a través de la difusión de imágenes de violencia. A través de youtube pueden difundirlas muy rápidamente, sobre todo a los jóvenes del mundo, y entrar en sus cerebros. Los niños pasan el tiempo jugando con videojuegos que a menudo son violentos y cuando ven que hay gente que hace reales estos juegos, se quedan fascinados. Por último, es muy importante tener en cuenta que la difusión del video pretende resaltar actitudes que tienen como objetivo despertar el odio entre las religiones. Porque un europeo, un cristiano, es llevado a enojarse y posiblemente desplegará su odio en contra de los inmigrantes porque son musulmanes; y los inmigrantes se sentirán discriminados, y se convencerán de que los fundamentalistas tienen razón y se pasarán a su lado.
Por ejemplo, la otra noche, dos jóvenes musulmanes nacidos en Italia, hijos de inmigrantes del norte de África, se pusieron en contacto conmigo para pedirme ayuda. Me expusieron su problema: ellos afirman que son perseguidos por ser musulmanes, discriminados en el trabajo y no respetados como personas. Dicen que las dificultades son porque Dios ha dicho que los infieles perseguirán a los musulmanes, y los musulmanes deben combatir contra ellos. Me pidieron que luchara junto a ellos en esta guerra, ya que soy una persona bien introducida en la sociedad italiana. Respondí que están equivocados, que no existe "fiel" e "infiel", y que fiel es el que respeta la humanidad, la verdad y la justicia.
Si alguien te falta al respeto a ti, musulmán, quiere decir que ha visto algo malo en ti, o en alguno de tu religión. Entonces no tienes que presentarle tu odio, sino presentarle el verdadero islam: verá que no hay problema entre las religiones, porque existe un solo Dios. Yo estoy con vosotros, pero no por la razón que me habéis expuesto: yo estoy con vosotros por la verdad y la justicia. Si mi hermano va en contra de la verdad y de la justicia, yo estaré en contra de mi hermano.
No faltan los imanes que condenan la barbarie, pero ellos no pueden resolver el problema. Porque en el islam no tenemos una guía única y estamos divididos. No hay ninguna autoridad superior y si uno condena, el otro aprueba y alienta. Ellos mismos saben que sus pronunciamientos son inútiles porque la fuerza de la violencia obtiene mayor audición. Porque la violencia responde al instinto: terminas creyendo que eres Dios y pones las cosas en su sitio, pero todo esto termina en nada. En cambio, el diálogo está dirigido al corazón, y requiere paciencia, escucha y una fe verdadera. Y el fruto del diálogo será para siempre.
Con el diálogo, el Papa Francisco está conquistando muchísimos corazones. Son muchas las personas que dicen que el Papa Francisco no está haciendo nada, pero está plantando una semilla que dará fruto y que podremos recolectar para siempre. Por esto su apertura al diálogo está siendo apreciada también por muchos musulmanes. En mi opinión, está haciendo un buen trabajo y esto lo ven aquellos que tienen una fe verdadera, porque en su mente no nace la violencia.
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