«¿Por qué Comunión y Liberación no dedica sus actos más sonados a cuestiones doctrinales?». Aquella pregunta de Ramón Pérez-Maura, adjunto al director del periódico ABC, durante una comida informal despertó la curiosidad de su interlocutor y colega, el también periodista Fernando de Haro, que volvía a compartir mesa con él, esta vez sobre el escenario del colegio John Henry Newman de Madrid.
«Aquella pregunta me ha acompañado estos meses en el trabajo que hemos hecho en nuestro país con los manifiestos a propósito de la reforma de la ley del aborto y ahora con el manifiesto sobre las elecciones europeas». Y junto a aquella pregunta, una afirmación de don Giussani: «Para mí la historia es todo, yo he aprendido todo de lo que sucede, del impacto con las circunstancias». Así arrancó la presentación del manifiesto “Europa 2014. ¿Es posible un nuevo inicio?”, apuntando a la necesidad de verificar «la contribución fundamental que puede aportar a la vida pública, la fe, “ampliando la razón”, como nos recordaba Benedicto XVI».
Preguntado sobre el momento histórico actual de Europa, Pérez-Maura fue rápido al prever el diagnóstico de la Unión de cara a las elecciones de este fin de semana: «El termómetro está en proceso de calentamiento. Todo indica que el enfermo tiene fiebre». El periodista, que preside el Comité Español por la Unión Paneuropea, vaticinó un «auge muy preocupante de los partidos populistas y euroescépticos, incluso con tintes xenófobos, sobre todo en Francia y Reino Unido. Europa se va a encontrar por primera vez con un grupo parlamentario que aún no está claro cómo se formará pero que en todo caso supone una alternativa a la gran construcción europea».
Para profundizar en las causas de este fenómeno, Pérez-Maura señaló que «me ha gustado especialmente la cita de Julián Carrón en el manifiesto: “hace falta redescubrir que el otro es un bien para la plenitud de nuestro yo, y no un obstáculo”. Porque este auge del anti-europeísmo nace de negar al otro, de ponerse uno mismo por encima de los demás. No podremos construir si intentamos imponer nuestro yo a costa de todo lo que se ha construido hasta ahora».
Entonces, ¿es posible un nuevo inicio? Ignacio Carbajosa, catedrático de Antiguo Testamento en la Universidad de San Dámaso y responsable de CL en España, respondió con otra cita del manifiesto: «La recuperación de una conciencia adecuada de lo humano, de lo que es esencial para la realización de los individuos y de los pueblos, puede darse en lugares que despierten el “yo” de cada uno, lo eduquen en una relación adecuada con la realidad (sea la que sea) y le permitan percibir existencialmente la centralidad, unicidad y sacralidad de cada persona». Y después añadió: «No estamos condenados al más de lo mismo ni a ser meros espectadores. No es verdad que la construcción es solo asunto de los políticos. Si nos retiramos, dejaremos el triste espectáculo que ya estamos viendo. Estamos llamados a afirmar al otro y el deseo de convivir con el otro. Hace falta mostrar lugares así, que fomenten la vida buena y que participan en la construcción».
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