El nuevo president de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, acompañado del nuevo “Ministro de Exteriores virtual” Romeva reunía a 60 cónsules acreditados en Barcelona en el Salon Sant Jordi esta semana, para exponerles “una vocación indestructible de internacionalización y con Europa”. “Tendrán trabajo ustedes en los próximos meses, porque saben que Cataluña es un país que está caminando hacia la independencia”. Entre los cónsules, estaban los representantes de Estados Unidos, Francia, Reino Unido China o Japón… países de primera línea estratégica para la acción exterior del Gobierno Español, que era “puenteado” con esta acrobática convocatoria efectista en la que, una vez más, la Constitución Española y sus leyes eran papel mojado. “Independencia utilizando la ley” es ya un término común en Cataluña. “Fraude de ley”, sin embargo, es un concepto del que no se habla, precisamente porque es lo que el vacío de poder real en España está propiciando. El fraude a la ley, el fraude a los ciudadanos que viven al amparo de ella...
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