Si no supieran de qué va esta extraña historia, en esta imagen podrían ver a una madre con su hijo, a una maestra jubilada que tiene una cita con un antiguo alumno o a una reputada cirujana que le ha salvado la vida a un joven infartado enfermo de mala sangre.
Pero no.
Hace justo 15 años, un mes y 22 días, el hombre de pelo oscuro que ven asesinó junto a otros dos etarras al esposo de la mujer del pelo blanco.
Hoy les hemos propuesto una cita [es la cuarta vez que se ven] con la intención de dar testimonio por vez primera de algo extraordinario. Víctima y verdugo. Juntos. Una tarde de agosto. A un metro de distancia. Hablando. Observen durante un rato las miradas de cada uno y nos ahorraremos media crónica.
Ella es Maixabel Lasa, esposa de Juan Mari Jauregi, ex gobernador civil de Guipúzcoa asesinado por ETA. Él es Ibon Etxezarreta, terrorista condenado por aquel crimen a 30 años de cárcel de los que lleva cumplidos la mitad.
Eran las 11.30 del 29 de julio de 2000. Un sábado. Dos miembros del comando Buruntza entraron con gafas de sol y txapela en un concurrido bar de Tolosa a media mañana, se pidieron unas consumiciones, se las terminaron tranquilamente, esperaron, se acercaron al ex gobernador civil de Guipúzcoa, le pegaron dos tiros en la nuca, salieron por la puerta principal y se dieron a la fuga en un coche.
Aquel día, la viuda habló con el marido un instante antes, para ver quién compraba los periódicos. Aquel día, el terrorista fue luego a darse una ducha y a sacar a pasear al perro. El lunes fue a trabajar de maquinista. Hoy les hemos juntados para volver a poner los pies allá. Y la cabeza.
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