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MUSICA

«Haendel nos sigue dando una respuesta y una opción para entender el arte sacro»

Rafael Andreo
18/02/2013 - EncuentroMadrid
Coro del Colegio Internacional Kolbe.
Coro del Colegio Internacional Kolbe.

El espectáculo programado para la velada del sábado 16 de marzo nos ofrece la posibilidad de experimentar un hecho artístico “imprevisto”, fruto de la larga carrera del maestro Álvarez, del joven Coro del Colegio Internacional Kolbe y de la recién estrenada versión operística de la soprano Manoli Ramírez de Arellano.
José María Álvarez, ecuatoriano, es profesor superior de Orquesta y Ópera por el Conservatorio Superior Tchaikovski de Moscú, y está especializado en música barroca. Desde su llegada a España en 1996 ha sido director invitado de diversas orquestas y coros de primer nivel, así como profesor de conservatorio. Actualmente dirige el Coro del Colegio Kolbe, es fundador de la agrupación Qvorvm y director del coro de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.

¿Cómo nació su vocación de músico?
Estudié en un colegio salesiano en Ecuador. A los ocho años fui seleccionado para formar parte de un coro de niños dirigido por un sacerdote salesiano que se acababa de licenciar en música en Alemania: Luis Mata. Era organista y director de orquesta. Llegó con la intención de crear un coro. Ahora, con perspectiva, veo que él tenía las cosas muy claras: quería educar a los niños en el amor a la música y a la belleza.Y tenía un proyecto muy interesante para hacer esto a través de Bach. Así nació mi curiosidad por la música. A esas edades, el hecho vivencial de cantar con otros chicos de tu edad y saber que puedes compartir con tus compañeros la música marca mucho la vida. Asu vez, mis padres (en la familia de mi madre eran músicos) fomentaban esta afición. En casa teníamos un pequeño coro familiar.

Una vez que nace esta “llamada”, esta atracción, ¿cómo desarrolla su carrera?
En Ecuador, en aquella época, la educación musical era muy precaria y, cuando mis padres vieron mi inclinación y mi deseo, contrataron profesores particulares. Mi tía Elena fue mi primera profesora de piano. A ella le siguieron otros dos profesores más de piano, uno de ellos ruso. En relación a mi vida musical, giró toda ella en torno al coro, que nunca abandoné. La fuerza que tiene el coro como elemento motivador, vivencial y afectivo hacia la gente, hacia los chicos que quieren alimentar y estudiar música, juega un papel importantísimo. Es una herramienta maravillosa. Luego seguí mis estudios en Chile, participando en talleres de música coral; en ese país hay una gran tradición coral, que tiene además mucha influencia alemana. Después me fui a estudiar a Alemania, donde hice un bachillerato musical en dirección coral en la Escuela Renana de Música de Colonia (1980-84). Nada más volver a Ecuador, tenía mucho interés en seguir mis estudios de dirección de orquesta y quería estudiar con un profesor que se llama Nicolayev, catedrático del Conservatorio Tchaikovski de Moscú. Tuve la suerte de participar en el concurso para las becas que daba el gobierno soviético a gobiernos latinoamericanos, y ¡obtuve la beca! Llegué en 1987 a este conservatorio, donde permanecí hasta 1996. Terminé dirección coral y de orquesta: nueve años en total. A la vuelta de Rusia conocí al maestro Helmut Rilling, director de la Academia Bach de Stuttgart, y con él hice cuatro cursos intensivos sobre música barroca y clásica, con especialidad de dirección de orquesta y coro, con especial énfasis en el estudio estilístico de estos periodos. A partir de ahí comencé a dirigir orquestas y a enseñar, fundamentalmente en España y América.

Heredó de su estancia en Rusia esa gran tradición coral rusa…
Sí, son coros muy grandes, con cuerdas de voces graves únicas. Me gusta mucho la música litúrgica de Tchaikovski, Rachmaninov…

En España ha dado clase en el Conservatorio y ahora en el Colegio Internacional Kolbe. ¿Qué supone para usted dirigir el coro de este colegio?
Mi encuentro con el Colegio Kolbe y la forma como surgió el proyecto de crear un coro escolar es mi primera gran experiencia con coros escolares, y es una conexión directa con mi infancia, entre otras cosas por el estilo que tiene el colegio Kolbe en la importancia que da al cultivo del arte y de la música. Los niños que están siendo protagonistas de lo que ocurre con este coro han sido tocados de forma especial, porque es un proyecto único. Es una suerte poder educarse en un centro en el que se apoya intencionadamente una iniciativa de esta naturaleza. Estoy seguro de que los niños que han empezado este proyecto y que cultivan la música coral nunca van a alejarse del arte y de la sensibilidad y de la buena música. No son conscientes ahora, pero esto les va a marcar para siempre. Es una gran satisfacción ser conscientes de que estoy formando parte de esto, de que estamos generando entre todos una energía, una ola, un tsunami tal que todo lo que estos niños van a aportar en sus propias vidas, a lo largo de muchas generaciones, van a ser pequeños santuarios del arte y de la música.

El colegio, para celebrar sus 10 años de existencia, organiza un concierto, una pequeña muestra de lo que ha nacido de la experiencia educativa del colegio. ¿Por qué Haendel y qué repertorio se interpretará en este concierto, que coincide también con el décimo aniversario de EncuentroMadrid?
Haendel es uno de los puntos culminantes del barroco alemán tardío y, en general, del periodo barroco. Viajó mucho, al contrario de Bach, y recopiló, sobre todo de su etapa de Italia, una manera de plasmar en la música su inspiración y su quehacer como compositor. Hemos elegido este compositor porque esa vena tan latina en su manera de componer está muy cerca de nuestros valores culturales y, de hecho, nos sigue dando una respuesta y una opción para entender el arte sacro. El tercer himno de la coronación para Jorge III, The King shall rejoice, es una apología de lo que es el acto de la coronación. Me gusta explicar que, metafóricamente, se puede transpolar la coronación del rey a la coronación del rey máximo, Jesucristo. El Concerto grosso, op. 3 une varias danzas e incorpora solistas (oboe, violín y fagot). Contamos con una gran soprano, Manuela Ramírez de Arellano, que interpretará tres arias de distintas óperas y una de El Mesías. La versión operística de Haendel está basada en su género oratorio. Haendel pasó a la historia de la música como uno de los grandes compositores de oratorios. El Mesías es, sin lugar a dudas, una obra maestra.

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