En definitiva se trata de una vuelta a casa. Sheryl Crow, una estrella del rock pluriempleada, recupera el sonido que la fascinó cuando era pequeña, el soul, el rhythm and blues, y presenta un disco fuera de la lógica comercial, donde hace esencialmente la música que le gusta. Por supuesto, cuenta con una potente campaña de promoción, pero lo más importante es que ha decidido hacer la música que quiere.
El disco incluye dos versiones, Sign your name, de Terence Trent D’Arby; y I Want you Back, nada menos que de los Jacksons Five. Sheryl no desfigura, en todo caso añade. Sin entrar en detalle en los 12 cortes, resulta interesante ver cómo ella misma describe este trabajo. “Es divertido mirar atrás, rebuscar entre tus cosas viajes y en el material que nunca ha visto la luz”. En efecto, la reedición de un disco suyo de 1993 le ha hecho mirar atrás, a sus primeras influencias musicales. “Han aflorado muchísimos recuerdos, se ha despertado algo en mí que me ha hecho volver atrás e indagar de nuevo entre mis primerísimas influencias”.
Por el resultado parece que ha hecho bien. Suena bien, nos lleva al espíritu del soul de los años 60 y 70, al rhythm and blues. Al inicio de su carrera, cuando presentaba sus primeros temas, a menudo recibía la misma respuesta: no sabemos qué hacer con una cantante de soul que tiene los ojos azules. Pero, a pesar de que no tiene una voz negra, en este trabajo Sheryl comunica grandes emociones, nos lleva a un tiempo en el que los discos sonaban de verdad. Vale la pena escucharlo.
Sheryl Crow
100 Miles from Memphis (2010)
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón