Las fechas que delimitan la historia que don Manuel de los Reyes Díaz nos cuenta en este libro (1881-1946) abarcan un período apasionante en la historia contemporánea de España. Son 65 años a caballo entre los siglos XIX y XX; una galopada a través de un campo accidentado en el que todo cambia y todo se discute. Fueron años de ensayos y esperanzas, que muchas veces quedaban arrumbados a medio camino, cuando no se deshacían en fracasos. El libro se centra en el problema social, que fue el más grave en aquella España invertebrada, pues la cuestión social aglutinó todas las preocupaciones de aquellos años: la política, la ideología, la religión, la economía, la cultura y la enseñanza.
Este libro refleja la confluencia de tres historias: una historia social, una historia religiosa y una historia local. Cada una se contempla desde una perspectiva peculiar, aunque todo se coordina en un conjunto bien armonizado. La historia social se presenta en su totalidad, aunque se concreta en el movimiento social cristiano. La historia religiosa se explica porque la Iglesia se implicó en el desafío social, tanto desde el punto de vista doctrinal como desde el punto de vista práctico. La doctrina social de la Iglesia no quedó en la letra de las encíclicas pontificias, sino que bajó a la arena de las realizaciones sociales en un sinnúmero de organizaciones benéficas, educativas y sindicales. Este libro es una contribución a la historia del catolicismo social español, con una atención especial a la Compañía de Jesús en este campo de apostolado. La historia local, por último, ofrece en este libro el ámbito geográfico e institucional desde el que la Iglesia y la Compañía, con sus colaboradores seglares, intentaron dar soluciones eficaces a las necesidades sociales del momento. Está claro que en el libro la historia local se centra en Valladolid, y que la institución vallisoletana que se destaca es la Casa Social Católica. Pero la ciudad y la institución superaron, en este caso, los límites locales, pues las soluciones tuvieron un alcance nacional. Estas tres historias (social, religiosa y local) y estas tres perspectivas (movimiento social cristiano, aportación jesuítica y organización vallisoletana) forman un conjunto unitario, que ha quedado bien reflejado en la obra. La historia que aquí se nos cuenta forma parte de la historia social de España, de la misma manera que el protagonista principal de esa historia, el P. Sisinio Nevares, actúa, desde Valladolid, como un líder social de alcance nacional.
La segunda parte del libro describe la fundación y organización de la Casa Social Católica. Resulta especialmente interesante lo relativo a su estructura interna y reglamento, así como el apunte biográfico de Nevares.
Toda la tercera parte está dedicada a la “obra de Nevares” en su primera etapa en Valladolid. Esta parte constituye el meollo de la obra, que rebasa el ámbito local pues tiene alcance nacional. La obra del sociólogo jesuita se divide en cuatro sectores, que se analizan con todo detalle: I, el sindicalismo católico agrario y profesional; II, Organizaciones sociales y culturales; III, Empresas financieras y productivas; IV, Instituciones educativas y formativas.
El último capítulo “Recapitulación de un período” sirve de conclusión a toda la obra. No es un resumen de lo expuesto en los capítulos anteriores, sino una reflexión ágil y profunda sobre lo que significó la gran obra de la Casa Social y del P. Nevares. Sin caer en fáciles apologías, el autor reconoce el mérito de aquella gran obra en tiempos muy difíciles. No siempre se logró la plenitud de los ideales soñados, pero se realizó una obra social y educativa de gran envergadura. Lejos de constituir un fracaso, la obra de la Casa Social Católica ha prolongado hasta el momento presente las principales intuiciones educativas y sociales.
El libro se completa con unos apéndices muy ricos. El listado de las obras e instituciones creadas es sencillamente impresionante por su número, extensión y variedad. Es el mejor argumento de la eficacia lograda: obras son amores.
Entre las características de la obra nos complace señalar la riqueza informativa, la sólida documentación y la aportación de muchas noticias para la historia social, que adquieren un toque de emoción cuando se refieren a Valladolid. El trabajo cumple perfectamente el objetivo de informar con amplitud y claridad. El autor ofrece una buena síntesis, al resumir y coordinar los principales trabajos publicados hasta ahora sobre la historia social, religiosa, vallisoletana y jesuítica.
El valor informativo de la obra está apoyado en una sólida base documental. Entre las fuentes manuscritas hay que destacar los libros de actas de la Casa Social Católica desde 1914. El autor ha obtenido elementos preciosos de estas actas, que aportan datos históricos desconocidos. Entre las fuentes impresas se ha valido de dos publicaciones importantísimas. La primera es la correspondencia del P. Nevares, publicada en los cuatro tomos Iglesia y Sociedad en la España del siglo XX, que contienen noticias esenciales para el catolicismo social español. La segunda fuente es la Memoria Histórica de la Casa Social, que resume en dos libros las actividades de los dos períodos: 1891-1914, y 1915-1938. Además de estas publicaciones, el autor ha utilizado otras fuentes impresas de gran valor por su contenido y su rareza. En las páginas [413-418] aparece la lista de no menos de 200 títulos de reglamentos, estatutos, memorias, folletos y otros escritos. La rareza de estos ejemplares justifica que el autor indique la biblioteca o lugar en que pueden consultarse.
Son muchas las aportaciones de esta obra a la historia del movimiento social cristiano. Lo más conocido es lo relativo a la organización sindical, con el funcionamiento de los sindicatos y sus federaciones. Pero lo más novedoso está en todo lo que completa esa labor sindical, en el plano mutualista, educativo y formativo. También aquí lo más conocido es la enseñanza reglada en las escuelas, que en 1881 fueron la primera piedra de las instituciones sucesivas. Lo más original fueron las enseñanzas complementarias orientadas hacia la formación profesional, la investigación históricosocial, la toma de conciencia de los dirigentes y la promoción de las mujeres. Algunos planes de Nevares en estos campos germinarán en el futuro (INEA). Pero otras iniciativas se hicieron realidad en su tiempo, y hoy nos producen admiración, como la Liga de mujeres campesinas y la Academia de Estudios Históricos Sociales.
Este libro es una contribución a la historia de la ciudad de Valladolid. Don Manuel ha sabido recrear la vida de la ciudad desde los años finales del siglo XIX. A medida que avanza la lectura del libro el relato se nos hace más interesante, y nos emociona cuando nos describe la Casa de la calle Muro, que tuvo que venderse para saldar las deudas y por la desaparición de los sindicatos católicos, engullidos después de la guerra en el único sindicato nacionalsindicalista.
La Casa Social Católica de Valladolid (1881-1946).
Renovación social y presencia cristiana
Manuel de los Reyes
Ediciones Encuentro, Madrid, 2013
pp. 692 – 30.00 €
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