Después de la audiencia en el Palacio Apostólico, el Gran Imán de al-Azhar, Ahmad Al-Tayyib, concedió a los medios de comunicación vaticanos una entrevista exclusiva en la residencia del embajador de Egipto ante la Santa Sede en la que participaron dos redactores de Radio Vaticana, el P. Jean-Pierre Yammine, responsable de la Sección Árabe, y Cyprien Viet, de la Sección Francesa, junto con Maurizio Fontana de L’Osservatore Romano. La entrevista fue grabada por Radio Vaticana y el Centro Televisivo Vaticano y se desarrolló totalmente en árabe.
Juan Pablo II fue el primer Papa que visitó al Gran Imán de Al-Azhar, en su viaje a Egipto en el marco del Gran Jubileo del año 2000. Hoy es el Gran Imán el primero que visita al Papa en el Vaticano con motivo del Jubileo de la Misericordia. ¿Qué significado tiene este evento tan importante?
En el nombre de Dios, Clemente y Misericordioso, me gustaría en primer lugar agradecer a Su Santidad el Papa Francisco haberme acogido en el Vaticano con mi delegación de Al-Azhar y la buena acogida y el caluroso afecto que me ha reservado. Nuestra visita de hoy obedece a una iniciativa de Al Azhar, de acuerdo con el Vaticano, para continuar nuestra misión sagrada, que es la misión de las religiones "hacer que los seres humanos sean felices en todas partes." Al-Azhar cuenta con un diálogo o, mejor dicho, con un comité de diálogo interreligioso con el Vaticano que se había suspendido por circunstancias precisas, pero ahora que esas circunstancias ya no existen reanudamos el camino del diálogo y esperamos que sea mejor que cuanto era antes. Me agrada mucho ser el primer jeque de Al-Azhar que viene al Vaticano y se sienta con el Papa con el propósito de dialogar y entender.
Hace poco el Gran Imán se ha encontrado con el Papa Francisco en el Vaticano. ¿Qué puede decirnos de este encuentro y de la atmósfera en que se ha desarrollado?
La primera impresión, muy fuerte, ha sido la de que es un hombre de paz, un hombre que sigue las enseñanzas del cristianismo, que es una religión de amor y de paz; y siguiendo a Su Santidad hemos visto que es un hombre que respeta a las demás religiones y muestra consideración por sus seguidores; es también un hombre que dedica su vida a servir a los pobres, y que asume la responsabilidad de las personas. Es un hombre ascético, que ha renunciado a los placeres efímeros de la vida mundana. Todas estas son cualidades que compartimos con él y por eso deseamos conocerle para trabajar juntos en pro de la humanidad en este vasto campo común.
¿Cuáles son los deberes de las grandes autoridades religiosas y de los líderes religiosos en el mundo de hoy?
Son responsabilidades, al mismo tiempo, pesadas y graves porque sabemos –como hemos afirmado con Su Santidad– que todas las filosofías e ideologías sociales modernas que han tomado las riendas de la humanidad alejándose de la religión y del cielo han fracasado en el intento de hacer felices a las personas y alejarlas de la guerra y del derramamiento de sangre. Creo que ha llegado el momento de que los representantes de las religiones divinas participen con fuerza y concretamente en el intento de dar a la humanidad una nueva orientación hacia la misericordia y la paz, para que la humanidad salga de la gran crisis que padecemos. El hombre sin religión es un peligro para su semejante, y creo que la gente ahora, en este siglo XXI, ha comenzado a mirar a su alrededor y a buscar guías inteligentes que puedan llevarla por el camino adecuado. Todo esto nos ha llevado a este encuentro, a esta discusión y al acuerdo de dar el paso justo en la dirección justa...
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