Huellas N.1, Enero 2007

PRIMER PLANO - Educación

Francia
Le risque éducatif

Anna Leonardi

El pasado noviembre tuvo lugar en Paris el primer Foro nacional de educación. Fue la ocasión de dar a conocer la propuesta educativa de don Giussani

Le risque éducatif, así suena en francés el título de la obra de don Giussani dedicada a la educación. La edición francesa, recién publicada, se presentó el pasado noviembre en París, con ocasión del primer Foro nacional de educación, que acogió durante dos días mesas redondas, conferencias, conciertos y exposiciones.
El Foro ha sido el fruto de los esfuerzos conjuntos del movimiento de CL francés y del centro para jóvenes Le Bonb Conseil, nacido en Francia en 1884 por fundación del abate Esquerre, y que continúa con su proyecto educativo cristiano.

En el corazón de la capital
El Forum abrió sus puertas en la lluviosa tarde del sábado 18, en la sede del Bon Conseil, a dos pasos del palacio de la Unesco, en el corazón de la capital. Presentaron el libro del sacerdote milanés: François Michelin, presidente de la empresa del mismo nombre y el poeta Jean Pierre Lamaire. El primero quiso contar cómo siguiendo el método educativo original de don Giussani pudo releer su propia experiencia personal, los principios fundamentales de la educación que había recibido y, sobre todo, su relación esencial con su abuelo, que le transmitió el amor a la realidad y la «capacidad de mirarla». «En esta capacidad de mirar –subrayó Michelin– está la base de la cuestión educativa. Animada por el deseo de recuperar el gusto por el Misterio».
En su intervención, Lamarie comenzó refiriéndose a los sucesos del otoño de 2005 en los barrios de la periferia de París. «Esta crisis de la periferia –dijo el poeta– está originada por la desorientación de los jóvenes que se encuentran divididos entre dos tradiciones que parecen opuestas una a la otra. Pero no es así; las tradiciones pueden entablar un diálogo sobre la base de una razón común. En este sentido el objeto de la educación es hacer que los chicos vuelvan a ser protagonistas de la realidad. Hay que aceptar el riesgo de su libertad y esperar un tiempo para que lo que transmitimos llegue hasta la raíz de lo que los jóvenes desean».
La presentación del libro fue seguida de una mesa redonda que contó entre los ponentes con Patrice Corre, director del Liceo Henri IV de París, Ángel Mel, director de un colegio de Madrid; Emilia Smurro, profesora en un instituto de Rimini y François Xavier Climent, presidente del centro escolar Notre Dame de France. Todas sus intervenciones, plagadas de ejemplos, se centraron en el papel de la tradición en la tarea educativa.
Con la lectura de poesía sobre las notas del Preludio de Chopin y del Arpeggione de Schubert, concluyó la intensa jornada de trabajo del primer día. El día siguiente comenzó con la celebración de la misa en la capilla de Notre Dame du Bon Conseil, que precedía a la mesa redonda desarrollada bajo el título “Relaciones entre educación y trabajo”, en la que participaron Eric Pillet, directivo de una multinacional, Gérard Lecrerc, periodista y Roberto Gulino, cirujano del hospital de Tulón.

El libro de firmas
Durante el Foro se podía visitar la exposición “La Rosa Blanca”, que fue acogida con gran entusiasmo por parte de los numerosos visitantes que se acercaron a ella. Entusiasmo que quedó plasmado en el libro de comentarios colocado a la salida de la sala, en el que, por ejemplo, se puede leer: «Agradezco que me hayáis invitado al Foro y sobre todo a la exposición. Me ha producido un gran bien ver a estos jóvenes que supieron permanecer fieles a un ideal hasta el final, hombres valientes y responsables; y todavía más haberlos sentido tan cercanos a través de sus escritos, de sus dudas, de su fe y de su amistad. Haber podido conocer a personas así refuerza mi fe y mi camino. Tengo más confianza en el futuro y me siento más fuerte».
«Si nos fijamos en los números –comenta Silvio Guerra, uno de los organizadores– se ha acercado al Forum el 0.03% de los parisinos, es decir, unas 600 personas. En los días anteriores habíamos repartido 12.000 panfletos y pegado 400 manifiestos por toda la ciudad, sobre todo en las universidades. La estadística no sería capaz de darnos una respuesta satisfactoria: pero no es lo que pretendemos. Inmersos en un día a día que muchas veces resulta feroz, que menoscaba nuestra esperanza, el Forum y la posibilidad de proponer los textos de don Giussani representan un punto de certeza del que poder partir».