Huellas N., Diciembre 1983

CULTURA JUVENIL

Cuando la cultura juvenil es negativa... entonces la juventud también es negativa

Carlos Díaz

1. Repulsa de la magist(e)rialidad, no directividad, des-magisterio, permisividad: Son rasgos típicos de crisis (1)
2. Rechazo de la unificación o de la identidad, en un contexto "demo­crático" en que la coexistencia de tendencias no choca: Hay margen para la marginalidad, e incluso para lo que , no siendo ya margen, aparece como marginal. Crecen allí los fantasmas del relativismo y los del escepticismo nihilizante (2)
3. Renuncia a la cultura de genealo­gía familiar, en cuyo lugar se da una remodelación de eros, tratando de imponerse, más que ideologías matriarcales, un "feminismo" de su­perficie que es forma invertida de machismo, sólo que sin la cana­lización familiar (3)
4. Negativa a la cultura propositiva, y aceptación prevalente de la cul­tura disuasoria, akinética, con un cierto sesgo de pereza y bajo el espejismo de la felicidad de alcan­ce del ocio (4)
5. Cultivo de la disuasión como fin, con la persuasión como medio, en­tendiéndose la paz como no-guerra, el desarme como no-a las armas, el ecologismo como no-al saqueo de la despensa (5)
6. Prevención contra la racionalidad y desembozo de los moldes para-ra­cionales de pensar: Ocultismo, tro­fología, orientalismo, todo ello al margen de los paradigmas occi­dentales clásicos (6)
7. Caída de la militancia cultural, por deterioro de la fuerza de con­vicción, por desmadejamiento en el ethos (en el sentido en que asegu­raba Ortega que un pueblo des-mora­lizado no es un pueblo (7)
8. Irrelevancia de lo normativo, has­ta el extremo de que la juventud ha llegado casi a borrar de sus cabezas el verbo "prohibir", a no ser para leerlo negativamente, pa­sando del lema "lo que no está prohibido está permitido" al con­trario, "lo que no está permitido está prohibido", partiendo de la permisividad casi total (8)
9. Evanescencia de la solidaridad: La unica solidaridad que se perfila en el horizonte cultural del joven es la endosolidaridad de grupo, la vinculación al superyo cuyo eje básico es el propio narcisismo. Lo que satisface el ego narciso, eso es la fuente de solidaridad. (9)
10. Ignorancia total de la culpabili­dad: Culpa se sustituye por error; pecado se sustituye por urbanismo; perdón se sustituye por intercam­bio útil. ¿Cómo reconocerse culpa­ble en un horizonte desierto de perdón? ¿Cómo pedir perdón sin te­ner sentido de culpa? (10)
No pudiendo desarrollar es­tos rasgos uno a uno, sí al menos deberíamos preguntar: ¿Puede decirse que el 1ero conduce a la recuperación de la sana autoridad, que el 2ndo lleva a una cierta liberación de dogmatis­mos inútiles, que el 3ero apunta hacia una liberación del mecanismo, que el 4 induce a pensar en un mayor senti­do de la gratuidad, que el 5 trae consigo la disminución de la termoce­falia, que el 6 conlleva un aumento de la dimensión afectiva, que el 7 implica una mayor libertad, que el 8 facilita una más intensa actividad crítica, que el 9 entraña un cierto relajamiento pacificador, que el 10 acerca a una terapia des­neurotizadora? Yo no estaría tan segu­ro, ¿Y vosotros? El tema es vuestro.

(1) TIEMPO PARA JÓVENES MAESTROS DE JÓVENES. C. Díaz. Ed. PPC, Madrid, 1983
(2) EL SUJETO ÉTICO. C. Díaz. Ed. Narcea. Madrid, 1983
(3) LA JUVENTUD A EXAMEN. C. Díaz. Ed. Paulinas, Madrid, 1982
(4) INTENSAMENTE, COTIDIANAMENTE. C. Díaz. Ed. Encuentro. Madrid, 1983.
(5) PARA TI JOVEN, CONTRA TI JOVEN. C. Díaz. Ed. Paulinas. Madrid, 1983
(6) ¿ES GRANDE SER JOVEN? Diálogo pedagógico con una juventud sin maestros. C. Díaz. Ed. Encuentro. Madrid, 1980
(7) SABIDURÍA Y LOCURA. EL CRISTIANISMO COMO LUCIDA INGENUIDAD. C. Díaz. Ed. Sal Terrae Santander, 1982
(8) PROFESORES VERDADEROS Y PROFESORES FALSOS. C. Díaz. Ed. San Pío X. Madrid, 1983
(9) MEMORIA Y DESEO. OFICIO DE ENSEÑAR Y PASIÓN POR EL HOMBRE. C. Díaz. Ed. Sal Terrae. Santander, 1983
(10) EL PUESTO DEL HOMBRE EN LA FILOSOFIA CONTEMPORANEA. C. Díaz. Ed. Narcea, Madrid, 1980