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Huellas N., Febrero 1983

CRITICA

E.T. - Un canto a la amistad

A. Ciudad

Nos encontramos frente a una de las películas más famosas dentro de la historia del cine. En la mayoría de los países en que se ha estrenado ha supuesto un acontecimiento. Muchos son los aspectos positivos de la mencionada película. Así abarca todas las edades, intercala muy bien la sonrisa y la lágrima, cuenta con todos los efectos especiales del cine moderno, buena interpretación de los actores, así como un guion que ha sido calificado por algunos como "poético". Pero, ¿dónde está el secreteo de E.T.? ¿Cuál es su mensaje más profundo?
Para empezar hay que decir que la película plantea una cuestión científica en la que los estudios no se ponen de acuerdo: ¿venimos los humanos del fondo de los espacios o procedemos del tiempo terrenal? Es decir, hubo una semilla caída en nuestra tierra, procedente de lejanísimos astros y culturas o por el contrario hasta llegar a nuestra especie hubo millones de años de evolución biológica.
Por otra parte, la película se enmarca dentro del tema del encuentro de culturas o de civilizaciones. Encuentro de culturas que llevan a cabo bárbaros y romanos, europeos y americanos, occidentales y orientales... Cuando la tierra se ha quedado pequeña, el hombre moderno se pregunta cómo será nuestro encuentro con otros mundos. Y aquí es donde hay que destacar la labor de SPIELBERG. La mayoría de las películas que antes habían tocado este tema, lo habían hecho con una gran dosis bélica mientras que SPIELBERG intenta mostrar sin necesidad de beligerancia ("Encuentros en la tercera fase", "E.T.")
Pero por encima de todo "E.T." es un mensaje de amistad y fraternidad. Amistad entre los hombres independientemente de su credo, raza, lengua o nación. Si hay posibilidad de camaradería y amista entre dos seres radicalmente diferentes ¿no la habrá entre nosotros que tenemos tantos puntos en común? SPIELBERG nos presenta como protagonistas de la aventura a un monstruo y a un niño, abandonando a los legendarios héroes y a los supermans modernos. Con el monstruo (sin duda uno de los éxitos de la película) SPIELBERG vence todos los complejos, temores o limitaciones en los que nos escudamos para continuar con una actitud conformista y apática hacia los que nos rodean. Mientras que el niño representa la inocencia, la generosidad y la bondad de lo cual estamos tan necesitados los mayores (los cuales no salen muy bien parados en la película).
Para este mundo cargado de violencia, envidias y complejos, la aventura de ET-1 y ELLIOT viene a ser un mensaje de paz, amistad fraternidad.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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