Va al contenido

Huellas N.0, Diciembre 1985

NUESTROS DÍAS

CL: un nombre que gusta

TAMBIÉN vosotros, jóvenes, que­ridos jóvenes, que en el mismo nombre que habéis elegido para llamar a vuestro movimiento, «Comu­nión y Liberación», (debo decir que me gusta mucho este nombre; me gusta por vanos motivos: por un motivo teológico y por un motivo diga­mos que eclesiológico: está totalmen­te en continuidad este nombre con la eclesiología del Vaticano II. Por otro lado, me gusta por la perspectiva so­cial: Comunión y Liberación. Por su actualidad, y este es la tarea de la Igle­sia hoy: una tarea que se refleja en el nombre «Comunión y Liberación»), con este nombre, decía, habéis de­mostrado ser bien conscientes de las expectativas del hombre moderno. La liberación, esa que anhela el mundo -como sabéis- es Cristo. Cristo vi­ve en la Iglesia. La auténtica libera­ción del hombre acontece, por tanto, en la experiencia de la comunión ecle­sial: construir esta comunión es, por todo esto, la contribución esencial que los cristianos pueden ofrecer a la liberación de todos.
Juan Pablo II, en audiencia a diez mil universitarios de Comunión y Li­beración.
Roma, 31 de marzo de 1979

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página