Huellas N.7, Julio/Agosto 2003

SOCIEDAD

EM. La exposición sobre los orígenes de la unidad europea

El equipo realizador de la exposición

La exposición consta de tres partes: en la primera se da a conocer la vida de los dos principales artífices de esta tarea de reconciliación - Schuman y Monnet -; en la segunda, se traza la época histórica y el curso de los acontecimientos hasta la propuesta del Plan Schuman de 9 de mayo de 1950, una iniciativa absolutamente inaudita a favor de la paz; y en la tercera, se contemplan algunos de los principales rasgos del método seguido por ellos en su actuación:
una amistad libre, su forma de conocimiento de la realidad, la conciencia de la grandeza de su tarea histórica y la búsqueda del bien común, la dimensión del perdón, su conciencia acerca del origen de Europa y el respeto de las diversidades nacionales. Siempre que ha sido posible, por realismo, hemos preferido dejar hablar a los hechos y a las personas mismas para no introducir nuestra propia interpretación, con el deseo de poder efectuar nosotros mismos el camino que en su día recorrieron los padres fundadores de la Unión Europea.

La aportación de los fieles laicos a la vida eclesial es irrenunciable. Participando plenamente de la misión de la Iglesia en el mundo, están llamados a dar testimonio de que la fe cristiana es la única respuesta completa a los interrogantes que la vida plantea a todo hombre y a cada sociedad. [...]
La Europa de ayer y de hoy cuenta con figuras significativas y ejemplos luminosos de laicos de este tipo. Es de capital importancia «suscitar y apoyar vocaciones específicas al servicio del bien común: personas que, a ejemplo y con el estilo de los que se ha llamado "padres de Europa", sepan ser artífices de la sociedad europea del porvenir, fundándola en las bases sólidas del espíritu».
Ecclesia in Europa, n.41

La Iglesia católica, una y universal, aunque presente en la multiplicidad de las Iglesias particulares, puede ofrecer una contribución única a la edificación de una Europa abierta al mundo. En la Iglesia se da un modelo de unidad esencial en la diversidad de las expresiones culturales, la conciencia de pertenecer a una comunidad universal que hunde sus raíces, pero no se agota, en las comunidades locales, el sentido de lo que une, más allá de lo que diferencia.
Ecclesia in Europa, n. 116

En las relaciones con los poderes públicos, la Iglesia no pide volver a formas de Estado confesional. Al mismo tiempo, deplora todo tipo de laicismo ideológico o separación hostil entre las instituciones civiles y las confesiones religiosas.
Ecclesia in Europa, n.116