El próximo 19 de octubre Madre Teresa será proclamada beata por Juan Pablo II. El secreto de la pequeña religiosa albanesa: la insistente llamada de una voz distinta, fuerte y precisa y el voto de servir a Jesús en todo
Su historia está entretejida de asombro, alegría, humildad y sufrimiento. Una historia que sorprende y conmueve, como bien saben cuantos la conocieron y vieron con cuánto amor recogía desechos humanos que agonizaban en condiciones inhumanas por las calles de Calcuta, devolviéndoles la dignidad. Madre Teresa, la pequeña religiosa albanesa de rostro arrugado, desaparecida en 1997 a los ochenta y siete años, está a punto de ser proclamada beata - el próximo octubre - por ese Papa que tantas veces se reunió con ella y visitó sus lazaretos. Las actas de las causa de beatificación han dado a conocer por primera vez documentos que revelan los secretos de la excepcional experiencia de esta testigo de Cristo en nuestro tiempo.
En diversas cartas personales - informa el padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa - Madre Teresa desvela que Jesús fue el primero y el único que logró fascinar su corazón: «En mi adolescencia, el corazón de Jesús fue mi primer amor». Junto a esta precoz intimidad con Jesús, la futura religiosa había recibido una gracia especial en el momento de la Primera Comunión: «Desde que tenía cinco años y medio, cuando recibí a Jesús por primera vez, el amor por las almas penetró dentro de mí. Y con los años ha ido aumentando». A los treinta y seis años, Madre Teresa hizo un voto privado a Dios: «Donar a Dios cualquier cosa que Él me pidiera». Durante diecisiete años este voto fue un secreto personal, confiado sólo a su director espiritual, que lo había aprobado.
«Quiero hermanas indias»
En una carta al arzobispo de Calcuta, Ferdinand Périer, que no comprendía por qué la religiosa se apresuraba a abrir nuevas fundaciones, Madre Teresa revelará el motivo escondido de sus acciones. Revelará cómo Alguien había tomado en serio aquel voto secreto. «Antes de comenzar - escribe el 13 de enero de 1947 - quiero decirle que una sola palabra suya, Excelencia, y estoy dispuesta a no volver a tomar en consideración ninguno de estos insólitos pensamientos que se me presentan continuamente». «A lo largo de este año - añade - muy a menudo he deseado intensamente ser toda para Jesús y hacer que otras almas - sobre todo indias - lleguen a amarlo ardientemente, e identificarme en todo con las jóvenes mujeres indias para llegar a amarlo como no ha sido amado jamás. Tal vez éste sea uno de mis muchos deseos locos. He leído la biografía de santa María Cabrini; ella hizo tanto por los americanos porque se hizo una de ellos. ¿Por qué no puedo hacer yo por la India lo mismo que ella hizo por América? Ella no esperaba que las almas fueran a ella, fue una de ellos...». En la carta al arzobispo, Madre Teresa revela que ha oído nítidamente la voz de Jesús que le decía: «¿No me ayudarías?», «¿rehusarás?». «Un día - cuenta la religiosa - después de la Santa Comunión, oí la misma Voz muy claramente: “Quiero hermanas indias, víctimas de mi amor, que sean María y Marta, tan fuertemente unidas a mí que irradien mi amor sobre las almas. Quiero hermanas libres, revestidas de mi pobreza de la Cruz, quiero hermanas obedientes, revestidas de mi obediencia en la Cruz, quiero hermanas colmadas de amor, revestidas de la caridad de la Cruz. ¿Rehusarás hacer esto por mí?».
«Conducir a los pobres a mí»
« Y otro día escuché: “...Tú tienes miedo de perder tu vocación, de secularizarte, de no lograr perseverar. Sin embargo, tu vocación es amar, sufrir y salvar almas, y dando este paso realizarás el deseo de mi Corazón para ti. Esta es tu vocación. Vestirás un sencillo hábito indio o más bien igual que se vistió mi Madre, sencilla y pobremente. Tu hábito actual es santo porque es mi símbolo. Tu sari lo será porque será también mi símbolo”. He tratado de persuadir al Señor de que trataría de ser una santa Hermana de Loreto muy ferviente, una verdadera víctima aquí, en esta vocación. Pero la respuesta vuelve a llegar muy claramente: “Quiero Hermanas Misioneras de la Caridad indias, que sean foco de mi amor entre los más pobres, los enfermos, los moribundos, los niños de la calle. Debes conducir a los pobres a Mí; y las hermanas que ofrezcan su vida como víctimas de mi amor conducirán esas almas a Mí».
«Deseo usarte para mi gloria»
«“ Sé que tú eres la persona más incapaz, débil y pecadora, pero ¡precisamente porque eres así deseo usarte para mi gloria!, ¿rehusarás?”. Estas palabras - continúa Madre Teresa - o más bien, aquella voz, me dio miedo. La idea de comer, dormir y vivir como los indios me llenaba de temor. Recé durante mucho tiempo, rogué a nuestra madre María que le pidiera a Jesús que alejara de mí todo aquello. Cuanto más rezaba, más clara se hacía la voz en mí corazón; y, así, Le pedí que hiciera conmigo lo que quería. Él me rogó e insistió reiteradamente...». Esta inspiración, o mejor, esta «voz distinta» fuerte y precisa, está en el origen de la obra de Madre Teresa de Calcuta, la religiosa «incapaz y débil» a la que desde entonces nada ni nadie ha podido detener jamás.
Una página del libro de oraciones escrito por Madre Teresa y utilizado actualmente por las Misioneras de la Caridad
Acto de Caridad
Te amo con todo el corazón y con toda el alma, porque Tú, oh Dios, eres el más digno de recibir mi amor. Deseo amarTe como Te aman los bienaventurados en el Cielo. Adoro todos los designios de Tu Divina Providencia, abandonándome totalmente a Tu voluntad. Amo también a mi prójimo, por amor a Ti, como me amo a mí mismo; perdono sinceramente a todos los que me han ofendido, y pido perdón a todos aquellos a los que he ofendido.
La obra de Dios
Sabéis que mi congregación es de misioneros de la caridad, y hemos consagrado toda nuestra vida a Dios para dar todo el corazón y un servicio libre a los más pobres entre los pobres. (...) Tenemos hermanos y hermanas activos, que son las manos y los brazos de Jesús; tenemos hermanos y hermanas que se han dedicado a la vida contemplativa, son los pies de Jesús; tenemos sacerdotes que son el corazón de Jesús. Tenemos misioneros de la caridad laicos, que son el rostro sagrado de Jesús; tenemos a los que dominamos "los colaboradores de Madre Teresa", que son la cabeza de Jesucristo coronada de espinas. Y la Virgen es la madre de todos ellos. Así, vosotros estáis invitados a responder a Jesús y a pertenecer a estos grupos fundamentales. Y rezad por nosotros, para que podamos continuar el trabajo, la obra de Dios, con gran amor. (...) Decid a menudo, a lo largo de vuestra jornada, una pequeña oración: «Jesucristo, en mi corazón yo creo en tu tierno amor por mí; yo te amo». Y recordad que sois preciosos para Dios, tan preciosos que estáis escritos en la palma de su mano.
Madre Teresa
Quisiera que releyésemos también este testimonio de Madre Teresa, cuyas gestas, o al menos cuya fama, conocemos. «Recuerdo que recogí a un hombre en la calle y le llevé a nuestra casa». «¿Y qué dijo aquel hombre?», le preguntó el periodista que la estaba entrevistando. «No murmuró entre dientes ni blasfemó, sólo dijo: "He vivido en la calle como un animal y voy a morir como un ángel, amado y cuidado". Tardamos tres horas en limpiarle, después miró a las hermanas y dijo: "Hermana, estoy listo para regresar a la casa de Dios" y murió. Nunca jamás he visto una sonrisa como la que se dibujaba en la cara de aquel hombre». «¿Por qué hasta en medio de los mayores sacrificios parece que no hacéis ningún esfuerzo?», preguntó el periodista. Madre Teresa: «Es a Jesús a quien atendemos. Nosotras amamos a Jesús».
Luigi Giussani
(«En busca de un rostro humano», en Huellas n.1, 1996)
Madre Teresa. De Albania a la India. Desde los suburbios de Calcuta a los rascacielos de Nueva York, su obra ha contagiado al mundo entero
1910. El 26 de agosto Agnes Gonxha, la futura Madre Teresa, nace en Skopje.
1922. La tarde del 15 de agosto, mientras rezaba en el santuario de Letnica, Agnes percibe por primera vez la llamada del Señor.
1928. Entra como novicia en las Hermanas de Loreto, en la Casa Madre de la Congregación, en Rathfarnham, Irlanda.
1929. El 6 de enero llega a Calcuta, desde donde viaja al convento de las Hermanas de Loreto en Darjeeling.
1931. Pronuncia los votos temporales.
1937. Pronuncia los votos definitivos: de ahora en adelante se llamará Madre Teresa, nombre que eligió en honor de la Santa de Lisieux.
1946. El 9 de septiembre siente por primera vez la voz de Cristo que le desvela la llamada dentro de la llamada. Van Exem, su director espiritual, la invita a poner por escrito cuanto le está sucediendo para poder comunicárselo al arzobispo diocesano, Ferdinand Périer.
1948. El 7 de febrero envía la carta en la que solicita oficialmente a la Santa Sede salir de la Congregación de Loreto para dar vida a las Misioneras de la Caridad. La autorización llega a finales de julio. El 16 de agosto, Madre Teresa parte de Loreto House y llega en tren hasta Patna,a casa de las Hermanas de la Misión Médica para adquirir un poco de experiencia como enfermera. El 27 de diciembre llega a Motijil, donde alquila dos habitaciones para abrir un aula escolar y un dispensario.
1949. El 24 de enero inaugura la escuela en el barrio de Tiljala y pocos días después abre el dispensario de la parroquia de Santa Teresa. El 19 de marzo se le une su alumna de St. Mary, que se convierte en la primera discípula, con el nombre de sor Agnes.
1950. El 1 de junio la comunidad alcanza la cifra de doce miembros necesaria para el reconocimiento diocesano.
1952. El 22 de agosto se inaugura la casa de moribundos de Kalighat.
1955. El 24 de noviembre abre la casa de los niños.
1959. El 14 de enero inaugura el centro para leprosos, 35 kilómetros al norte de Calcuta. El 15 de junio se inaugura la casa de la congregación en la capital, Delhi.
1960. Después de 32 años sin salir de la India, Madre Teresa va a Estados Unidos y al Vaticano, donde solicita el reconocimiento pontificio de las Misioneras de la Caridad.
1965. El 1 de febrero, Pablo VI firma el reconocimiento pontificio de la Congregación. El 26 de julio nace la primera comunidad en el extranjero, en Venezuela.
1971. En octubre se inaugura en Nueva York la primera comunidad de Norteamérica.
1979. El 10 de diciembre es galardonada en Oslo con el Premio Nobel de la paz.
1985. El 20 de enero va por primera vez a China, donde no logra abrir la deseada comunidad. El 26 de octubre habla ante la asamblea general de las Naciones Unidas. El 24 de diciembre abre en Nueva York la primera casa de enfermos de SIDA.
1986. En febrero, Juan Pablo II lleva a cabo una visita pastoral a la India y va con Madre Teresa a la casa de los moribundos de Kalighat.
1989. El 5 de septiembre es hospitalizada y los médicos le diagnostican una insuficiencia cardiaca severa.
1991. En una clínica de San Diego, en California, es sometida a una intervención de angioplastia.
1992. En julio recibe el premio de la UNESCO de educación para la paz.
1994. El 3 de febrero interviene en Washington en el National Prayer Breakfast y, delante del presidente Clinton, habla con fuerza en contra del aborto.
1996. En el hospital B.M. Birla Herat Centre de Calcuta, sufre una última intervención de angioplastia.
1997. El 5 de septiembre a las 21.30, Madre Teresa muere en Calcuta. los funerales tuvieron lugar el 13 de septiembre, con una inmensa participación popular.
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