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Huellas N.2, Febrero 2003

CL EN EL MUNDO

Fuera del bosque oscuro

Proponemos la carta de Joshua, recluido en una prisión de alta seguridad, que escribió después de la visita de algunos amigos, y se leyó en la Diaconía de Chicago

Querido Tobías:
Han transcurrido ya 24 horas pero todavía estoy alterado por la visita que me habéis hecho Elisabetta y tú. La sonrisa aún no ha abandonado mis labios (alguno me pregunta si me he drogado). A decir verdad, me sorprende esta sonrisa, su persistencia. Durante la visita te he contado cómo durante toda mi existencia he intentado controlar mis emociones y poner cara de póquer. Ahora estoy feliz de contarte que desde que os habéis ido he fracasado estrepitosamente en mi propósito. Aunque lo intento, no logro borrar la sonrisa de mis labios o calmar los latidos de mi corazón. He encontrado una presencia muy alejada de mi capacidad de comprensión pero demasiado potente para poder suprimirla o rechazarla.
«En medio del camino de nuestra vida me hallé en un bosque oscuro, pues había extraviado el sendero recto»
Dante

Así es como me he sentido durante mucho tiempo. «Para tus santos relucía una luz vivísima», dice el libro de la Sabiduría (18,1), y tu luz y la de Elisabetta han iluminado y dado calor a mi existencia y me han mostrado un camino de salda del bosque oscuro (tal vez debería decir "el" camino, no "un" camino). Nunca podré agradecéroslo suficientemente.
Hallarás junto a esta carta la traducción del Canto XXXIII de la que te he hablado. Me he olvidado en qué número de Atlantic apareció, pero sé que la he llevado conmigo durante casi un año. Cuando me trasladaron del Marion Correctional al Columbus Correctional estuve a punto de tirarla: después, cuando me trajeron al Marrison Correctional estuve de nuevo a un tris de deshacerme de ella. Y siempre me preguntaba: «Pero, ¿por qué sigo guardando esto?». Tal vez ahora tenga la respuesta.
Pronto os escribiré más. Quiero haceros llegar la carta lo antes posible.
Gracias por la tarjeta de Navidad y, desde luego, gracias por vuestra visita (todavía no me creo que hayáis hecho todo ese trayecto en coche). Estoy de verdad agradecido.
Joshua

PD: Me he acercado a la biblioteca de la cárcel y he encontrado, con gran sorpresa, una copia de la Divina Comedia. En seis años y medio de cárcel no la había visto nunca. ¿Otra coincidencia? He "inspeccionado" el libro y ahora lo estoy leyendo.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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