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Huellas N.10, Noviembre 2000

BREVES

Colaboraciones. Adoración de los pastores

Arturo Tello

Si es verdad que la escuela sevillana ya había alcanzado cotas extraordinarias en cuanto a calidad con los Roelas, Herrera el Viejo y Zurbarán, en la segunda fracción del XVII conocerá una nueva pintura tendente a un mayor halago de los sentidos y a la presentación de una iconografía religiosa mucho más humanizada y bondadosa. Esta nueva pintura, por supuesto, tiene un nombre propio, Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682), y un nuevo signo, una calidez y suavidad casi rafaelescasa que acercan, más si cabe, a la sensibilidad popular los acontecimientos representados.
El "Rafael español", así en tiempos llamado, nos pinta con rasgos precisos y una conmoción abrumadora la adoración de los pastores. Están sucios, por su naturaleza trashumante por el desierto de Judea; son gentes de humilde condición, a veces incluso ladrones y pendencieros; pero puede verse que tienen la suficiente sencillez como para ser los primeros en reconocer y adorar al Niño Dios, centro indiscutible de la composición. La evolución técnica que va de una factura prieta, típicamente tenebrista, hacia otra más suelta, así como la luz que mana del Niño en contraste con el fondo, constituyen el marco pictórico que elige Murillo para representar el hecho de que Dios quisiera manifestarse a los humildes, cuya admiración parece hacerles ver en su interior más de lo que sus ojos alcanzan.
Como vemos, la sobriedad, las tonalidades ocres y terrosas, las figuras distribuidas a modo de friso, persisten aún con ciertos influjos tenebristas de Ribera y Ribalta, pero siempre sin que nada de ello sobrepase el papel de ser segundo plano en comparación a la atención prestado al Niño y, a continuación, a María, que parece guardar en su corazón toda la escena. Es cierto, en la pintura como en la vida, quien no tiene los pies sucios y no sabe admirar y asombrarse ante el misterio de Dios, no ha empezado, de verdad, a saborear la existencia.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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