En el auditorio del Colegio Juan XXIII en Lima, se ha realizado el Seminario Internacional «Educar es un Riesgo» que ha tratado sobre los desafíos que hoy se plantean a los educadores. Un mes antes se habían celebrado los ejercicios de los universitarios, en los cuales treinta chicos recibieron el Bautismo y la Confirmación
El sábado 24 de Julio, unas 600 personas, en su mayoría directores de colegio, educadores y universitarios, han escuchado la charla magistral a cargo del Obispo Auxiliar de Río de Janeiro, Mons. Filippo Santoro, y las intervenciones a cargo del Ing. Rafael Rey Rey, Congresista de la República, del presidente del Consorcio de los Colegios Católicos, P. Pacífico Tomasi, y del presidente de COPRODELI, P. Miguel Ranera.
El encuentro se abrió con la lectura del mensaje de Mons. Cipriani, Arzobispo de Lima, que pidió «que la Virgen nos ilumine en esta tarea tan importante para la Iglesia como es la educación»; la lectura de las palabras del Nuncio Apostólico en el Perú y ahora encargado de la Nunciatura de París, Mons. Fortunato Baldelli: «El aporte que Uds. darán será significativo porque el tema de la educación es fundamental para el Perú»; y el saludo de Mons. Augusto Vargas Alzamora, Cardenal de Lima.
Maestro y libertad
Mons. Santoro desarrolló el planteamiento del libro Educar es un Riesgo a partir de su encuentro personal con don Giussani, un maestro capaz de mostrar «cómo se puede vivir la verdad que te comunica». Un encuentro es verdadero cuando apela continuamente a la libertad del joven y le abre de par en par al descubrimiento de la realidad y de su significado. La propuesta educativa verdadera se ofrece a la crítica y a la comprobación del joven, y sólo de esta manera puede llegar a darle solidez y convicción. Personas así pueden edificar un pueblo mediante una cultura y una historia comunes. «Lo que caracteriza la educación de Mons. Giussani es el hecho de que “nunca apartó su mirada de Lo que le hacía verdadero”» y esto lo enseña a quien le sigue.
Un bien primario
Rafael Rey destacó, entre los principios sociales fundamentales de la Iglesia, el principio de subsidiariedad del Estado en el ámbito educativo y sintetizó así su labor política en este campo: «Trabajamos por la libertad de educación y por una educación a la libertad». El P. Pacífico Tomasi indicó las líneas educativas que mueven la actividad del Consorcio, poniendo particular énfasis en el papel de la familia, de los padres y de los alumnos en el proceso formativo. Finalmente el P. Miguel Ranera expresó la novedad que ha representado para él el testimonio de Mons. Giussani, al que aludió como a uno de los “realizadores” del Concilio. A continuación presentó su actividad en las ocho casas-hogares para niños de la calle y en los siete centros educativos que dirige en convenio con el Estado. Porque después de una labor asistencial en los barrios marginales de Ventanilla y Callao - explicó -, se dieron cuenta de que para salir de la pobreza, es imprescindible educar, ya que la educación es la base eficaz del desarrollo humano, social y económico.
El acto concluyó con un reclamo a seguir profundizando en estas reflexiones que se dirigen a la espera de los jóvenes de un sentido para la vida y a la responsabilidad de los adultos; ya han empezado a reunirse grupos de docentes para trabajar sobre Educar es un Riesgo.
Muy concurridas fueron las dos exposiciones sobre «La Libertad» y «La vida como Promesa», así como el material musical, fílmico y didáctico, puesto a disposición del público.
Empezando por la “a”
Hacía un mes habíamos celebrado los ejercicios espirituales del CLU, «El secreto de la existencia humana no consiste en vivir, sino en saber para qué se vive». Esta frase de Dostoyevski nos acompañó en el Encuentro Nacional de los universitarios. Desde el inicio se nos propuso: «el desafío de estos días es que se dé, o vuelva a darse, ese Acontecimiento que manifiesta cuál es el sentido de la existencia».
Michele Faldi, en la introducción, dijo que la experiencia de la persona y sus exigencias son el punto de partida ante cualquier hecho, y que una experiencia humana crece por una continua novedad. Nos sorprendía el que dentro de la vida cotidiana este secreto de la existencia pueda estar presente y él lo ejemplificaba con gran sencillez hablando de su hija, que, siendo muy pequeña, aprendió a hacer la letra “a” y la dibujaba por todas las paredes de la casa: «Así es como la novedad entra en la vida de una persona y la cambia».
Una novedad definitiva
Nos impresionó también la apertura con que las 200 personas que participaron seguían cada gesto, como el cuidado en el horario, los cantos, la música que escuchábamos y las asambleas. Todo expresaba una unidad que no era producto de un simple esfuerzo humano. En la misa final, el obispo de Carabayllo, Mons. Lino Panizza, bautizó y confirmó a 30 universitarios y algunos niños en un bellísimo lugar situado ante el océano inmenso.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón