Huellas N.2, Febrero 1999

EEUU

Campus News

Elvira Parravicini

Presentado en la Columbia University el libro de don Giussani. Con Jane Hubbard, monseñor Maloney, Chris Bacich, Bonnie Kent, el rabino Charles Sheer, Lynn Trainor y Lorenzo Albacete. Razón y Misterio ante el desafío de la realidad


El 22 de octubre en el auditorio de la Columbia University de Nueva York fue presentado el libro de Luigi Giussani El sentido religioso.
Cuatro conferenciantes, Bonnie Kent, profesora de Filosofía de la Religión en la Columbia University, Charles Sheer, Rabino de la Columbia University, Lynn Trainor, profesor de Física de la Universidad de Toronto y monseñor Lorenzo Albacete, profesor de Teología del seminario St Joseph de Nueva York, se han sucedido en la mesa redonda.
El pasado mes de octubre los estudiantes de la Columbia University en Nueva York han visto colgado en las paredes, en los tablones de anuncios, en las puertas de entrada de los diferentes institutos e incluso en los bancos de los jardines un curioso panfleto: extraño porque no hacía publicidad de un Fitness Club o de una iniciativa deportiva o musical de una de las numerosas asociaciones de estudiantes, sino que mostraba en grandes caracteres una cita de A. Watts: «We don’t need a new religion... we need a new experience... of what it is to be I» (No tenemos necesidad de una nueva religión... tenemos necesidad de una nueva experiencia... de saber lo que significa ser «yo»). Debajo de la cita, la invitación a una conferencia titulada «El sentido religioso: razón y libertad».

El aula, los estudiantes y los profesores
Después de haber empezado a leer semanalmente The Religious Sense en una pequeña aula de la Columbia University, donde algunos de nosotros enseñamos y otros estudian, pensamos hacer una propuesta a toda la universidad. Así nació la idea de presentar el libro en el ambiente académico donde pasamos el día.
La laicísima Columbia (sus raíces arraigan en la más auténtica tradición iluminista) es la universidad más importante de Nueva York y, seguramente, una de las más prestigiosas de Estados Unidos.
La mesa redonda, moderada por Jane Hubbard, profesora de Biología de la New York University, se abrió con el saludo oficial de los organizadores, de monseñor Maloney, capellán de la universidad y de Chris Bacich, responsable de los estudiantes de CL de Nueva York.
La primera en intervenir fue la profesora Bonnie Kent que afirmó que compartía plenamente la idea de racionalidad de don Giussani contrapuesta a la de razón con r mayúscula, objeto de demasiadas e inútiles discusiones en filosofía. Según ella, en efecto, la racionalidad, es tener razones adecuadas para sostener lo que uno cree; refiriéndose a su experiencia como profesora, Bonnie Kent subrayó la facilidad con la que los estudiantes expresan opiniones que no están apoyadas por razones. Además ha destacado que el método de la fe, o método del conocimiento a través del testimonio, es fundamental en la investigación científica, porque sin él «habría que empezar a demostrar todo desde el principio y estaríamos siempre en la edad de piedra».

El rabino y el método
El segundo conferenciante, el rabino Charles Sheer, dijo que al abrir el libro se planteó inmediatamente una pregunta: «¿Este libro me habla a mí? ¿A mí como hombre?». Fue a ver las notas que hay al final del libro y se sorprendió de que sólo hubiera ocho citas de San Pablo, cuatro de Santo Tomás de Aquino y tres de San Agustín, frente a seis de Dostoievski, nueve de Leopardi, seis de Pavese, seis de Shakespeare y otras de unos 50 autores que no tienen nada que ver con la Iglesia Católica o con la religión. Entonces se dijo: «Este libro está realmente escrito para mí» y empezó a leerlo sacando esta impresión: «Giussani enuncia conceptos dificilísimos, pero después los explica con una sencillez increíble a través de pequeñas historias de la vida cotidiana; usa el método de la parábola. Este es el método de enseñanza típico de los rabinos en la tradición hebrea». Sólo el último capítulo del libro - «La hipótesis de la revelación» - no es para él aceptable puesto que es hebreo: «No entiendo porqué la Revelación de Dios tiene que ser necesariamente revelación de su naturaleza y no pueda darse, en cambio, a través de Su ley».
Lynn Trainor es un profesor de Física que, en un determinado momento de su brillante carrera, empezó a colaborar con investigadores del campo de la Biología y ahora trabaja en la especialidad de Física Aplicada a la Biología. El punto central de su conferencia fue la relación entre ciencia y Misterio, que mueve toda su actividad de científico. Según Trainor tanto la ciencia como la religión (sea del tipo que sea) abren el corazón del hombre a la idea de Misterio, pero en ambos casos, según él, no existe una clara y definitiva revelación. «Por esto - concluyó - nosotros somos los eternos investigadores». Criticó, al final, que el libro, por su dificultad de comprensión, parece dirigirse a una élite de intelectuales más que al hombre común.

La juventud de Trainor
Monseñor Lorenzo Albacete cerró las intervenciones retomando algunos puntos de la última Encíclica de Juan Pablo II Fides et ratio. Según Albacete, tanto Giussani como el Papa, que han crecido a mediados de este siglo que es el resultado del Iluminismo, hacen hincapié en lo mismo: «El mundo moderno reduce la razón e igualmente reduce al hombre». Después subrayó que la fe y la razón no están en conflicto, sino que están en la base de la convivencia humana en la sociedad pluralista moderna.
El profesor Trainor, a su vuelta a Canadá, se ha unido a un pequeño grupo de amigos de Toronto para seguir leyendo El sentido religioso. A sus 75 años posee una increíble juventud que le hace mirar la realidad, lo que encuentra, con un solo interés: conocer la verdad, es decir, el rostro del Misterio. Hace poco escribió a una amiga suya: «La búsqueda del Misterio último es probablemente el único motivo real que ha movido y mueve mi vida; así como el interés y la simpatía por mis compañeros los hombres y por la naturaleza». Al leerlo, ha intuido que el contenido de The Religius Sense no es una idea, sino la descripción de la experiencia del hombre. En una cena dijo: «La mejor forma de entender lo que escribe Giussani es estar con vosotros».