Un importante grupo de Trabajadores sin Tierra en la peregrinación a Nuestra Señora de Aparecida siguiendo a Marcos. El encuentro con CL, la CdO y el Meeting de Rímini
El 23 de octubre la comunidad de Brasil realizó su peregrinación por los 50 años del movimiento al santuario de Nuestra Señora de Aparecida. Con esta ocasión se reunieron las comunidades de Río de Janeiro, São Paulo, Belo Horizonte, Brasilia y alrededores. Fue una novedad la presencia de un grupo numeroso, en torno a 1000 personas, de la Asociación de los Trabajadores Sin Tierra de São Paulo. Estos nuevos amigos vinieron guiados por Marcos Zerbini, abogado y concejal de la ciudad de São Paulo, y por su mujer, Cleuza Ramos, presidenta de la Asociación. Ellos dos se dedican desde hace más de 20 años a este movimiento popular que nació con el deseo de responder a la necesidad que tenía la población más pobre de la ciudad de tener una casa, y así constituyeron la Asociación. El pasado mes de septiembre, durante una fiesta que la CdO organizó en apoyo de su campaña electoral, Marcos dijo con gran sencillez: «Decís que soy amigo de CL; pero yo soy de CL». Y pidió a algunos que iniciaran con él y con sus amigos un grupo de Escuela de comunidad para ayudarle a no perderse entre tantas obras y centrar su mirada en Cristo, verdadero constructor de todas las cosas.
19 autobuses y 50 coches
Cuando resultó reelegido para el mandato de concejal con 41.488 votos, su primer deseo fue compartir esta alegría con los amigos del movimiento y, al ser invitado a la peregrinación a la Aparecida, hizo extensiva la invitación a sus amigos de la Asociación. Poco a poco la gente se fue apuntando y todos los días Zerbini llamaba por teléfono a la secretaría preguntando si podía llevar a “alguien más”. El día de la peregrinación se presentaron con 19 autobuses y 50 coches con carteles en los que se podía leer: “50 años de Comunión y Liberación”. Llegaron al santuario llenos de curiosidad por conocer este movimiento italiano del que tanto habían oído hablar. Participaron en la Misa que celebró monseñor Filippo Santoro, obispo de Petropolis, con otros diez sacerdotes del movimiento. Durante la Misa, monseñor Santoro recordó que estábamos allí para «mirar, agradecer, pedir y seguir, para anunciar a Cristo como único camino que la Virgen nos indica y ofrece en la vida de la Iglesia». Zerbini y Cleuza entienden bien esto y como gesto de gratitud pidieron a un amigo cantautor, Mauricio Ramos, que compusiera una canción como homenaje a don Giussani y a CL. Después de la Misa, Zerbini y algunos de estos amigos participaron en los testimonios y Mauricio presentó su canto con el que agradecía a la Virgen el encuentro entre «la Asociación y el pueblo santo de CL». En ese momento fue el portavoz de la inmensa gratitud de cada uno de los presentes a don Giussani y a los que han hecho posible que encontráramos su carisma.
El encuentro
La historia de Marcos y Cleuza empezó en los años 80. Pertenecían a un movimiento de reivindicación que exigía al Gobierno la construcción de casas populares; en lugar de esperar a la respuesta, se pusieron en marcha y, con un grupo de 18 familias, compraron un terreno grande y lo dividieron para construir casas. Esta experiencia se ha ido multiplicando; actualmente son 14 los complejos construídos, que acogen a 12.500 familias. Para Zerbini y Cleuza la gran novedad que han encontrado al conocer el carisma de don Giussani ha sido poder dar nombre e identificar la sed de infinito que desde siempre les caracterizó, porque, como dice Cleuza, «no basta con tener casa». Todos los meses hay reuniones para hablar de educación, seguridad y educación cívica. Las personas son acogidas en una comunidad en la que la principal preocupación es la persona individual. Esto les movió a buscar ayudas para la Asociación que a día de hoy cuenta con muchos servicios, como puesto de policía o estructura sanitaria básica, y ha llegado a acuerdos médicos a precios accesibles y acuerdos universitarios para conseguir becas de estudio. El encuentro entre Zerbini y el movimiento de CL se produjo en agosto del 2001. Alexandre Ferrari, pediatra, fue nombrado por la Universidad Federal de São Paulo (UNIFESP) asistente sanitario para trabajar en la zona de Pirituba, al oeste de la capital paulista. Con ese motivo conoció a Zerbini y a Cleuza y empezó a colaborar con su Asociación. De este encuentro nació una amistad, y en septiembre del 2003, mediante la invitación a participar en el Primer encuentro latinoamericano de la Compañía de las Obras en Río de Janeiro, Marcos se acercó al movimiento de Comunión y Liberación.
No estamos solos en el mundo
Dice Marcos «para mí lo más importante de haber participado en ese encuentro fue darme cuenta de que no estamos solos en el mundo, porque el que hace este tipo de trabajo social, generalmente experimenta un sentimiento de gran soledad. Y cuando ves a otras personas, cada una con sus características particulares y con su modo de ser, que intentan construir un mundo mejor haciendo su propio trabajo, esto reconforta. Después de este encuentro mantuvimos contactos con diferentes personas y en São Paulo empezamos a reunirnos para hablar en particular del tema de la subsidiariedad. También de aquel encuentro surgió la invitación a participar en el Meeting de Rímini para contar la experiencia del trabajo que realizamos aquí».
A pesar de encontrarse en plena campaña electoral como candidato al segundo mandato de concejal, en el pasado mes de agosto Zerbini decidió ir al Meeting para conocer un poco más CL y la Compañía de las Obras. Durante la semana en Rímini, Zerbini y Cleuza se quedaron maravillados, especialmente por la alegría y el entusiasmo de los jóvenes, que es lo que más desean ver en los habitantes de sus comunidades. Allí intervinieron en el encuentro “Un mundo nuevo ha comenzado”, donde contaron la experiencia de la Asociación iniciada en 1980.
Un paso nuevo
Para Cleuza haber encontrado al doctor Alexandre y los a los nuevos amigos de CL ha supuesto dar un paso nuevo en la vida. Para responder a la demanda de estos amigos, algunos miembros de la CdO han empezado a reunirse con Zerbini, Cleuza y un grupo de la Asociación para hacer Escuela de comunidad con el texto Huellas de experiencia cristiana. «Ya no quiero hacer casas. Ahora quiero construir la Iglesia».
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón