El contexto actual está bastante lejos del clima de contestación del 68, pero entre los jóvenes de hoy también parece que ha vuelto a surgir la urgencia de una “revolución” capaz de cambiar el mundo. Las guerras, la soledad, la violencia que invaden las casas y las calles de nuestras ciudades suscitan hoy la misma pregunta que entonces: ¿qué hacer?, ¿cómo reaccionar ante tanto sufrimiento? Giussani responde así en este libro: «edificar la Iglesia, esta es nuestra tarea, esta es la tarea de los que han sido tocados por el anuncio de Cristo».
Ahora que acaban mis años en la universidad, veo que en este tiempo me he dado cuenta de que la historia del mundo no puede cambiar si antes no cambian las vidas de los sujetos que la componen: los compañeros de clase, los que están de erasmus, los profesores… ver cómo cambian otros nos hace ser más conscientes de que lo que hemos recibido es una esperanza para el mundo entero. La única condición para que este testimonio sea creíble y generador es que la revolución, antes de suceder “fuera”, debe producirse “dentro”, debe ser una revolución de nosotros mismos. «Hasta que esa palabra, ese discurso y esa realidad permanecen de alguna manera fuera de nosotros –algo externo a lo que nos sumamos, que utilizamos, de lo que nos servimos, de lo que hacemos nuestra tesis o nuestro partido–, nuestro yo, o sea, el sujeto de todos nuestros actos, sigue siendo el mismo que el del hombre más alejado de Cristo». No basta por tanto con escuchar un discurso o pertenecer de forma puramente externa a la compañía cristiana porque el encuentro con la contemporaneidad de Cristo aspira a instaurar en nosotros una criatura nueva, a convertirse en «el rostro de nuestra personalidad».
En este momento de mi vida me resulta decisivo este paso de autoconciencia, es decir, «caer en la cuenta de que hay otra realidad en mí», esta invitación de Giussani a dejar entrar en todos los ámbitos de mi vida el encuentro que me ha marcado estos años, a no entorpecerle el paso y a reconocerlo como criterio definitivo de cada gesto. Describiéndola así, Giussani hace deseable esta vida tocada por la gracia, que desata una revolución de nosotros mismos capaz de cambiar el rumbo de la historia.
Luigi Giussani
Una revolución de nosotros mismos. La vida como comunión (1968-1970)
Encuentro
pp. 326 - 19,90 €
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón