Va al contenido

Huellas N.10, Noviembre 2024

LIBRO DEL MES

La trama de la existencia

Michele Faldi

Adhesión de corazón. Todo se juega en esta sencillísima, casi imperceptible y decisiva acción en la existencia de cada uno. Una continua, libre y permanente adhesión de corazón fue lo que marcó la vida entera de Andrés Aziani. Y este libro la cuenta a lo largo de todas sus etapas, desde su adolescencia en Abbiategrasso, donde conoció el movimiento, la universidad en Milán, luego Siena y Florencia, donde acabó sus estudios y empezó a dar clase, hasta acabar en Lima, donde vivió sus últimos veinte años. El libro documenta esa adhesión apasionada del corazón de Andrés mediante el testimonio de aquellos que lo conocieron, las cartas que recibió y que escribió, y los acontecimientos que le sucedieron en los dos continentes.
Estas páginas no ofrecen más que una trayectoria llena de significado que el acontecimiento de Cristo va moldeando y construyendo en una persona que ha sido aferrada por Él, y el fruto permanente y entusiasta de esa adhesión. Descubrimos así que Andrés fue para muchísima gente amigo, hermano, maestro y padre, solo porque antes fue hijo, de don Giussani y de la Iglesia.

Tuve la suerte (mejor dicho, la gracia) de conocerlo y ser amigo suyo durante los últimos años de su vida cuando, entre
otras cosas, Andrés era el alma de la Universidad Católica Sedes Sapientiae de Lima, también en este caso por la adhesión de su corazón. Verlo era un espectáculo lleno de atractivo.
Andrés llamaba la atención de los que asistían a sus clases para aprender de él, su lenguaje hablaba a todos aquellos –estudiantes, profesores, docentes– que iban allí para escucharlo. A nadie, empezando por mí, se le ahorraba esa fiebre de vida. «Hay una acepción de la palabra santidad que se refiere a una imagen excepcional, representada con una aureola. Sin embargo, ser santo no es oficio de pocos ni una pieza de museo. La santidad ha sido en todo tiempo la sustancia de la vida cristiana. (…) El santo no es un superhombre, el santo es un hombre verdadero (…) porque se adhiere a Dios y, en consecuencia, al ideal para el que ha sido forjado su corazón». Giussani decía esto en la presentación de un librito cuya lectura recomendaba a menudo, Los santos de Cyril Martindale. Un santo (todavía) sin “san” se llamaba en la tradición oriental jurodivo, loco por Cristo, y en la occidental me gusta pensar en el memor Domini, al que Andrés encarnó hasta el fondo, haciendo de Dios la trama de toda su vida.

Gianni Mereghetti
y Gian Corrado Peluso
Andrés Aziani. Fiebre de vida
Encuentro
pp. 226 – 19 €

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página