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Huellas N.10, Noviembre 2024

RUTAS

Una oportunidad para salir al encuentro del otro

Raúl Jiménez

El director de Acción Social de CESAL nos presenta su último proyecto, el Mercado Escuela Municipal de San Cristóbal, «un lugar físico en el que estar y encontrarnos, para abrirse al mundo y para que nos conozcan»

Hace más de 15 años que empezamos a trabajar en España, era 2007 y comenzamos atendiendo a colectivos de personas migrantes en riesgo de exclusión para ayudarles a integrarse. Al principio, actividades como apoyo escolar para niños, talleres con familias y deporte con jóvenes eran suficientes para poder generar una relación y poder hacer un camino con ellos que, en algunos casos, se prolongaría incluso durante años.
Estábamos comenzando los pilares de nuestra propuesta en España y sobrevino la crisis económica. Esta afectó especialmente a los colectivos que empezábamos a acompañar en Madrid y nos hizo repensar nuestro trabajo para poder ofrecerles opciones formativas y de empleo. Cuento todo esto porque nuestro último gran proyecto, el Mercado Escuela, no se entiende sin mirar hacia atrás. Nuestra actividad, nuestro método, nuestra manera de acompañar a las personas en CESAL, no obedece a una estrategia calculada, sino a responder a las necesidades del otro.
Compartimos las necesidades para compartir el sentido de la vida. Así, de una propuesta de ocio e integración para personas inmigrantes, pasamos a un diálogo con el ámbito empresarial para entender qué solución podíamos buscar ante la crisis. Empezamos con una pequeña escuelita de cocina en Tetuán (Madrid), pasamos de un puñado de alumnos a decenas y a otra escuela más grande en el barrio de Bilbao –un local de la parroquia Santo Tomás–; luego un Restaurante-Escuela abierto al público en el parque La Quinta de los Molinos y ya eran cientos de personas formadas al año. Con el tiempo, ya no éramos nosotros quienes buscábamos empresas para lograr prácticas para los alumnos sino que eran ellas quienes nos buscaban para cubrir vacantes, confiando en colectivos muchas veces desechados. Todo esto, que no es poco, en una década.
Mirando lo que ha sucedido estos años, solo puedo pensar que CESAL ha crecido tanto en este período porque siempre hemos partido de responder a las necesidades de las personas que nos hemos encontrado y de acompañarlas en sus necesidades concretas.

Dos anotaciones sobre el impacto personal de nuestro trabajo. En una ocasión, dos hermanos se presentaron a un proceso de selección para un curso. Uno parecía responsable, ordenado, con motivación; el otro, con malas compañías, perdido, sin saber qué buscaba. Solo pasó el proceso de selección el segundo y vino el padre a visitarnos. Muy extrañado, recuerdo que nos decía: «Os habéis equivocado con mis hijos, ¿por qué habéis elegido al bala perdida?». Le explicamos que CESAL es un lugar donde queremos privilegiar a las personas que no han recibido nunca una oportunidad, tratando de seleccionar a los que necesitan de ese impulso para tomar las riendas de su vida y una compañía para ser los protagonistas de su propia historia.
Otra vez, en un evento estaban varios alumnos entre nuestro catering social y les dedicaron un aplauso al mencionar los organizadores que habían dado un gran servicio. Después de esto, un alumno se quedó muy serio y pensativo y, al acercarnos a preguntarle qué le pasaba, nos dijo emocionado: «A mí nunca me habían aplaudido». Esto nos sirvió para ser todavía más conscientes de la vulnerabilidad que acompañamos y cómo nuestro afecto puede ser no solo novedoso sino también inédito para muchas de estas personas.

San Cristóbal. Por ejemplos como estos, merece la pena aventurarse en proyectos como el Mercado Escuela Municipal San Cristóbal. Esta iniciativa nos permite, por un lado, ofrecer nuevas alternativas a las personas vulnerables, abarcando nuevos oficios y trabajando con nuevos socios empresariales que tienen necesidad de personal: charcutería, carnicería, frutería y pescadería, entre otros oficios. Aquí, más de 200 jóvenes se formarán anualmente dando servicio en los comercios mencionados, pero también a través de un restaurante central, salas de eventos privados y multitud de servicios que desarrollaremos con el paso del tiempo.
Por otro lado, este espacio es una oportunidad única para ofrecer un lugar. Un lugar físico en el que estar y encontrarnos. Hemos pensado este mercado como un lugar abierto donde poder estar y traer amigos, familiares y personas a las que queramos darles un testimonio vivo de lo que hacemos. El diseño del lugar está pensado para abrirse al mundo y para que nos conozcan.
Es justo contar que esto ha sido una gran experiencia ya por el propio camino que ha supuesto llegar hasta la apertura. Ha sido un proyecto de tal envergadura –reforma, implicación de comercios, personas…– que nos ha puesto en juego a muchos y nos ha ayudado a hacer un camino en el trabajo en equipo, en delegar, en confiar, en quitarse de en medio para que otros crezcan. He podido disfrutar construyendo con otros, desde la administración pública, con el Ayuntamiento de Madrid, que nos apoyó desde que les contamos el proyecto, como con los comerciantes que han arriesgado su dinero y se han sumado con nosotros en esta aventura.
Este camino es una oportunidad para crecer, revisar nuestro trabajo y mirar a los ojos a la realidad por la que hacemos estos esfuerzos. También para contagiar esta manera de mirar a otros. Por ejemplo: uno de los comerciantes que generosamente se ha involucrado con CESAL y que enseñará su oficio me decía en los primeros días acompañando a un joven: «Raúl, me quiero quedar ya con este chico en mi equipo», ¡casi sin conocerlo!
Con detalles como este, tras pasar poco tiempo con un chaval al que sin este proyecto quizás no se hubiese acercado, veo cómo todo cobra sentido: esta es una oportunidad para salir al encuentro del otro. Ahora nos ponemos en marcha con toda la ilusión posible, pero también tratando de construir buenos cimientos para que cuando vengan dificultades, nuestras o de las personas a las que acompañamos, podamos responder de forma integral a la necesidad. ¡Os esperamos en el Mercado!



El Mercado Escuela Municipal de San Cristóbal es un espacio abierto al público en la calle Conde de Torralba, 11. 28046 Madrid.
Cuenta con servicios de:
• Charcutería, pescadería, carnicería, frutería, panadería y bodega
de lunes a jueves en horario de 9:30 a 20:00, viernes y sábado de
9:30 a 00:00
• Restauración con una carta amplia y con producto fresco y de temporada.
• Otros servicios: espacios privados para eventos, catering y otros.

Más información en mercadoescuela@mercadosancristobal.es




Campaña Manos a la Obra 2024
No existe gesto pequeño


Todos hemos vivido en algún momento de nuestra vida una sensación de impotencia ante los grandes desafíos que se nos presentan a nivel personal y de los que somos testigos –con perplejidad y tristeza– como las guerras o las crisis. También nos hemos sentido conmovidos ante el bien que ha podido provocar una acción, un gesto e incluso algún pequeño sí que hayamos dado, a veces incluso sin convicción o cierto escepticismo.
Las decisiones y actuaciones individuales pueden parecernos pequeñas, insuficientes o insignificantes; pero cada una de ellas genera algo cada vez mayor. Algo que nos cambia, que cambia lo que sucede a nuestro alrededor y que puede llegar a afectar a personas que no conocemos, pero que son quienes más lo necesitan. Los pequeños síes no son tan pequeños si parten de un ejercicio de responsabilidad con uno mismo y con otros, no como un acto de buenismo, sino con la conciencia del valor infinito del gesto y acompañado en una amistad.
Esto es lo que sucede a veces con esos “¿qué voy a hacer yo?”.
Desde CESAL queremos poner en valor cada uno de estos gestos de voluntarios, trabajadores y también de los propios beneficiarios, que hacen que sus vidas cambien. Este año, a través de la campaña queremos visibilizar tres realidades:
• Tierra Santa sufre una guerra, donde la urgencia es evidente y parece inasumible, como escribe en su carta, por el aniversario de los ataques del 7 de octubre, el cardenal Pierbattista Pizzabala, patriarca latino de Jerusalén: «Aunque tengamos que volver a empezar de nuevo cada día, aunque seamos vistos como irrelevantes e inútiles, seguiremos siendo fieles al amor que nos ha conquistado y siendo personas nuevas en Cristo, aquí en Jerusalén, en Tierra Santa y dondequiera que estemos».
• Mozambique, además de ser el séptimo país más pobre del mundo, sufre serios conflictos violentos. No suele estar en nuestro imaginario cotidiano, pero CESAL lleva trabajando allí desde hace años ayudando a que muchos niños y familias puedan mejorar sus vidas a través de apoyo escolar, apoyo a sus necesidades y formaciones.
• España sigue recibiendo, junto con Europa, a personas migrantes y refugiadas que buscan un nuevo horizonte. Estos colectivos, sumados a los parados de larga duración y otras personas vulnerables que atendemos, requieren de nuestra compañía y de respuestas innovadoras. Además del primer Mercado Escuela Municipal de Europa, este año hemos comenzado a trabajar en la Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Canarias para atender a su población y ayudar en su inserción sociolaboral.

Más información en www.cesal.org/manosalaobra

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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