Huellas N.10, Noviembre 2023

LIBRO DEL MES

Un camino de descubrimiento

Gabriel Richi Alberti

Buenas razones para la vida en común.
Religión, política, economía
Angelo Scola
Encuentro
pp.122 - € 12


La situación social y política en la que estamos inmersos suscita en muchos de nosotros una sensación de perplejidad y desazón. Por una parte, parece que el diálogo entre los sujetos sociales sea, cada vez más, un ideal utópico. Por otra, no es difícil que personas de opiniones muy diferentes concuerden con facilidad en que la experiencia religiosa, en el caso de que conserve algún valor, es algo que debe quedar recluido en el ámbito de lo puramente privado. Finalmente, no falta quien recuerde con nostalgia pretéritas épocas de una cierta hegemonía de la cultura cristiana, con la ilusión de proponer retornos que, de hecho, son imposibles.
Estos factores, y no pocos otros, urgen recuperar la capacidad educativa de la fe de manera que el sujeto eclesial, personal y comunitario pueda vivir y proponer públicamente su vida, con libertad y sencillez, en nuestra sociedad plural.
El presente volumen del cardenal Scola -aunque haya sido publicado hace algo más de diez años y nuestro tiempo se caracterice por la rapidez con la que se suceden los cambios- es un buen instrumento para aprender las razones de una presencia renovada y positiva de la comunidad cristiana en la vida cultural, social y política. Un instrumento sólido y, por tanto, exigente, pues el autor no se conforma con ofrecer eslóganes ni recetas, sino que invita a un camino de descubrimiento de las razones para la vida en común.
La propuesta está articulada en siete capítulos. Tras haber identificado, en el primer capítulo, «el valor práctico de vivir juntos» como «bien político primario», los dos siguientes capítulos identifican la contribución de las religiones a la sociedad y el valor de la libertad religiosa. Los creyentes estamos llamados a «narrarnos» y, de este modo, poner delante de todos nuestra propuesta de vida buena. Una propuesta integral que tiene en cuenta la edificación de un orden social justo a través del «compromiso noble» (capítulo cuarto); de una visión de la economía que ensancha la perspectiva del binomio mercado-Estado, dando todo su peso a los sujetos comunitarios (capítulo quinto); y que, de este modo, propone un desarrollo integral que respete la naturaleza relacional del hombre (capítulo sexto). El último capítulo retoma la conveniencia de la presencia cristiana en el mundo y la describe en términos de «testimonio» como «lugar en el que Dios se expone al riesgo de la libertad del hombre» (Benedicto XVI, Sacramentum caritatis 85).
Un libro de valor y, como decíamos, exigente. No menos que nuestro tiempo.