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Huellas N.07, Julio/Agosto 2023

PRIMER PLANO

Encuentro Giussani Canarias. ¿Quién da al instante un valor eterno?

Noelia Hernández

Tras treinta años de amistad, la comunidad canaria de Comunión y Liberación se ha lanzado a proponer un fin de semana de encuentros dedicados a Luigi Giussani. Un pueblo que trabaja, un pueblo que canta

En Canarias ha tenido lugar durante los días 16 y 17 de junio un encuentro dedicado a Luigi Giussani, cuyo núcleo ha sido la exposición titulada “Pasión por el hombre, pasión por Cristo”. Aunque en la historia del movimiento en las islas se han organizado numerosos gestos públicos, este ha sido, con diferencia, el mayor gesto misionero realizado aquí.
Que este encuentro haya podido llevarse a cabo no se podría explicar solo porque haya habido una gran organización detrás, sino por amor a una historia que nos ha unido. Tanto es así que se ha implicado toda la comunidad: los bachilleres, los universitarios y los adultos, lo cual es expresión de la comunión que ha crecido y que florece después de treinta años.
Han sido dos días cargados de una belleza y una correspondencia que no coincide con la medida humana, capaces de agitar corazones en algunos casos adormecidos, días que han reavivado la herida de lo Eterno, de la Belleza, de la Justicia, de la Verdad; o la nostalgia de Algo que se ha experimentado antes.
Expresar con las palabras justas todo aquello que ha supuesto este encuentro resulta verdaderamente complicado por la grandeza que envuelve.
Han salido a la luz muchas preguntas: qué era aquello que a Giussani tanto le apasionaba, aquello que nos mueve a organizar y preparar durante meses un gesto así, que mueve a tanta gente en el mundo a raíz del encuentro con el carisma, cómo ha llegado esta novedad hasta aquí, hasta mí. Solo se entiende como fruto de un don recibido.
Cada encuentro ha sido expresión de una belleza y una dignidad enorme, una belleza que despertaba el significado de la historia de cada uno en este lugar, que cuestionaba nuestro lugar en el mundo, el significado y el sentido de la vida de aquellos con los que nos encontramos, tantas veces con rostros tristes. ¿Qué les falta? ¿Existe la alegría y la certeza de una presencia capaz de colmar ese abismo? Un abismo del que hablaba una amiga al salir de uno de los actos musicales, un abismo que experimenta y teme cada día al percibirse desesperadamente sola en medio de la multitud. Es la nada que irrumpe en todo, que nos va apagando poco a poco si no hay un punto seguro al que mirar.

El origen del encuentro ha sido la exposición “Luigi Giussani: Pasión por el hombre, pasión por Cristo”. Montarla en una sala a pie de calle ha despertado la curiosidad de muchos viandantes, convirtiéndose en un espacio de constante encuentro, como sucedió con unas chicas de Ecuador que habían conocido el movimiento y no esperaban encontrarlo en Tenerife, o personas que, impactadas por el encuentro con los guías y la relación de la historia de Giussani con su historia particular, se interesaban por el carisma.
El primer acto que tuvo lugar, titulado “Todo comenzó en un instituto”, fue en torno al libro de Carmen Giussani Don Gius. Luigi Giussani, una vida apasionante, presentado por Joaquín Herba y la autora. Llenó completamente el salón de actos e incluso se tuvo que habilitar una sala anexa. El encuentro estuvo dirigido principalmente a los jóvenes.
De este encuentro cabe destacar la pregunta que Carmen formuló e invitó a hacernos: «¿Os ha pasado algo en la vida que no podéis olvidar, que no se borra de vuestra memoria y que cuando os vais a acostar no podéis dormir?». Su libro está compuesto justamente por la experiencia de personas a las que les ha sucedido algo que no pueden olvidar ni borrar de su memoria: el encuentro excepcional con Cristo a través de don Giussani.

Aquello que no se puede olvidar jamás es una verdad. ¿Qué es esta verdad? ¿Qué era aquello que transmitía y provocaba Giussani? A esta pregunta la autora añadía: «¿Quién no abandona jamás en un mundo de relaciones tan frágiles?», insistiendo en la importancia de la memoria como instrumento fundamental para captar el presente en su profundidad y advertía: «Esto es importantísimo porque están intentando robaros la memoria». La memoria no es el pasado, sino aquello que llevamos dentro y no podemos olvidar. Esta memoria, que nos permite crear lazos entre el presente y un punto estable al que recurrir, es la piedra sobre la que podemos poner toda nuestra fatiga, es la raíz que nos permite volver siempre a permanecer sobre un suelo firme por el que poder hacer un camino.
“Un genio de lo humano y de la fe” fue el título del acto de presentación del libro de Massimo Camisasca Don Giussani. Su experiencia del hombre y de Dios, presentado por Esther González, responsable del movimiento en Canarias, quien lanzó diversas preguntas a los ponentes, Jose Luis Restán, presidente y periodista del grupo COPE, y Víctor Oliva, sacerdote y ecónomo de la diócesis de Tenerife.
Explicaba Restán que «tomar un vuelo a Tenerife desde Madrid un sábado para estar presentando un libro solo es posible por amor a esta historia». Para Víctor, prestarse a la presentación del libro solo se explicaba por una amistad con Esther, que le había invitado. Necesitamos un motivo adecuado para decir sí en la vida.
Se plantearon preguntas muy interesantes como quién es Cristo y cuál es el verdadero sentido del cristianismo. Restán respondía que el cristianismo lleva un proceso, un camino y advertía que «o Cristo tiene la potencia de responder a toda la vida o carece de interés. Este es el núcleo de la verdadera naturaleza del cristianismo tal como Giussani nos lo ha mostrado».
Ante los tres grandes peligros del cristianismo: moralismo, intelectualismo y clericalismo, Víctor expresaba que suceden cuando «reducimos las cosas a la medida del hombre, cuya postura cierra la razón, niega la posibilidad de mantener abierta una ventana, como invitaba a hacer Giussani». Y apostillaba que con la expresión «yo soy Tú que me haces» se pulverizan todos estos peligros, cuya afirmación necesitamos renovar cada día.
Para Víctor, Giussani no dice nada distinto sobre lo que ya sabemos del cristianismo, pero sí percibe una novedad en el modo de comunicarlo, especialmente en el hecho de que el cristianismo para Giussani consiste en descubrir a Cristo en lo cotidiano.
Para la moderadora, Esther, una de las cosas que más le ha llamado la atención en su camino en el movimiento es que «siempre se parte de lo humano, en un mundo en el que se nos invita justo a lo contrario, a censurar». Giussani no imponía nada, sino que siempre invitaba a ir al fondo, aunque fuera por el camino equivocado y a partir de ahí comparar constantemente aquello que vivimos con el infinito, con las estrellas, pues todo acaba por decaer si no se encuentra relación con el infinito.

La tarde del sábado dio paso a “Esa necesidad que tenemos de darnos a los demás”, que presentaba Ricardo Mascareño, con la compañía de tres ponentes que daban testimonio sobre la experiencia educativa de la caritativa, donde surge la pregunta: ¿Qué necesito para vivir? ¿Qué necesita el hombre para ser feliz? La caritativa hace emerger lo que realmente somos, hace florecer las preguntas más profundas que tenemos y nos ayuda a comprender más al otro. Tenemos que tener certeza de lo que necesitamos para tener certeza también de lo que necesita el otro.
Darnos a los demás gratuitamente no se hace solo por bondad o por un voluntariado, sino porque responde a una necesidad que nos constituye. Por eso necesitamos vernos en acción y entender esa necesidad. La única tarea es darse a los demás de manera gratuita sin esperar nada y en esta tarea sorprendentemente cada uno de los ponentes expresaba que se descubría más feliz y libre del resultado de la caritativa, en el sentido de que solo el hecho de esta entrega va generando un cambio en la mirada. Cuanto más vivimos la caridad, más somos conscientes de la manera en la que el Señor nos abraza, de la compañía que nos pone delante.
De los dos actos musicales del encuentro, el primero fue “Vivo, luego canto”, presentado por Emanuela Guidi, con la compañía del guitarrista y compositor Walter Muto, que hizo un viaje a través de diferentes cantos (Claudio Chieffo, Demi Lovato, Adriana Mascagni, Lady Gaga…) que explicaban nuestra amistad, nuestra historia y la importancia del canto para Giussani.
El patio interior de la preciosa casa antigua donde se desarrolló el fin de semana se convirtió en una plaza donde un pueblo cantaba bellamente unido, lo cual fue una sorpresa para tantos amigos invitados que llenaron completamente el lugar. Una universitaria comentaba que la presencia de Walter sobre el escenario había supuesto un doble descubrimiento: por un lado que, aunque lleva toda su vida creyéndose autosuficiente, se daba cuenta de que necesita una compañía para sacar lo mejor de sí misma y que el encuentro con Cristo la ha hecho más consciente de que necesita del otro para encontrase a sí misma; y el segundo descubrimiento fue el sentido de cantar para Algo, no solo por tener talento musical. Cantar con Walter supuso descubrir la voz como medio para expresar algo, para compartirlo en comunidad y despertó en ella el deseo de poner su voz para que Cristo se manifieste y llegue con belleza a los demás.
El otro acto musical, titulado “De mi vida a la vuestra” y presentado por Juan Francisco Alonso, hizo un recorrido por algunas piezas de la colección de música Spirto gentil, dirigida por Giussani, que muestran la pasión con la que educaba en lo humano a través de obras del repertorio clásico.
Giussani vivió en «una casa pobre de pan y rica en música», lo cual le ayudó a descubrir un dato, a preguntarse qué debe ser Dios para ser Dios realmente, y cuestionarse lo que debe poder responder al drama humano. Destacando alguna pieza, impresiona La gota de Chopin, una gota que es expresada a través de una nota, una sola y constante nota musical, reflejo de la vida. Expresaba Juanfra que el mundo está lleno de ruido, pero cuando uno cae en la cuenta de esta nota ya no la olvida y si no la tuviera en cuenta la vida se volvería mezquina.
La audición fue como un soplo de aire fresco que envolvió toda la sala y la cargó de una aspiración al infinito, de ese deseo que la música despierta. ¿Quién colma el corazón de estos que tengo al lado? ¿Qué gritan? ¿Por qué merece la pena mirar ese grito? ¿Por qué no huir de la realidad? Decía Juanfra que la pasión nostálgica es el emblema de la espera de Dios que tiene el hombre.

¿Hasta dónde llega el carisma de Giussani? ¿En qué reside su potencia? ¿Por qué es interesante presentarlo hoy en día? ¿Qué tiene que decirnos hoy?
Muchas personas salieron del encuentro muy sorprendidas, como una chica invitada y alejada de la fe que después de haber estado en algunos actos y haber tenido la ocasión de conversar con algunos amigos, comentaba la necesidad que tenía de volver a su casa para reconciliarse con su madre, con la que había discutido. ¿Quién hace posible poner en relación el instante (un recital musical, un encuentro sobre la caritativa…) con el todo?
Hemos comprendido la importancia de la fidelidad a este lugar, que permite despertar de nuevo esta nostalgia de una promesa que indica la continuidad de un camino. En esta compañía Él se hace compañía y saca lo mejor de nosotros, nos hace florecer, como hemos visto en tantos de nosotros estos días en el Encuentro Giussani Canarias

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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