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Huellas N.1, Marzo 1986

EDITORIAL

Un reto a afrontar

Una encuesta pública reciente (Ya, 5 de febrero) acerca de la religiosidad de los españoles revelaba una serie de datos sobre los que es necesario reflexionar: el 20% de los españoles se confiesa no creyente, el 30% creyente practicante, y el 50% creyente no practicante. Es de notar, como primera impresión, que éste grupo de alejados de la religión está en claro aumento en las últimas décadas.
Estos datos sugieren varias consideraciones. En primer lugar, parece que está
en crisis la religión, y su importancia en la vida española. Y en efecto, así ocurre: está en crisis una concepción puramente pietista y asociacionista de la religión.
Esta concepción completamente alejada de la vida, no ofrece nada nuevo al hombre de hoy, porque no afronta la realidad, no intenta decir una palabra en los problemas cotidianos -sociales, culturales, políticos, familiares, etc.- del hombre, por lo que no es extraño que cuando faltan las presiones sociológicas y culturales para vivir este tipo de religión (y aparecen presiones en el otro sentido), ésta se abandone como un trasto inútil, como algo añadido e incómodo: si Dios no tiene nada que ver con la vida, entonces sirve para bien poco.
En segundo lugar, se observa cómo este 20% de españoles que se declaran no creyentes tienen una influencia cultural en la sociedad muy superior a la que les correspondería por su número, pues esta franja de población es la que hace en gran medida la cultura de este país. Y la cultura, visión del mundo y del
hombre, es completamente decisiva en una sociedad: es como la argamasa que
une la política, la economía, etc., y la que determina la sociedad en que vivimos; de tal manera, que en estos momentos la mentalidad dominante en la sociedad española está totalmente influida por una postura laicista ante la vida.
Y esto también es debido a que frente a esta postura cultural laicista en auge, se encuentra una posición religiosa como la descrita anteriormente: pietista, completamente desencarnada y fuera de la realidad, sin influencia en la vida del hombre y -por lo tanto- sin incidencia cultural alguna.
Sin embargo, existe un camino alternativo. Nosotros creemos que existe otro tipo de postura que ofrecer al hombre. Una fe que sabe dar razón de la vida, y que empuja al compromiso en todos los problemas humanos; una fe que incide en la vida y que, por lo tanto, crea una cultura diferente. Y esta postura religiosa
no está en crisis, sino en pleno y fascinante desarrollo. Y se desarrollará en la medida en que haya personas que intenten afrontar la realidad y confrontarse con los verdaderos problemas del hombre y de la sociedad a partir de su identidad clara de cristiano. Verificar esta fe cotidianamente, frente a todos los factores de la realidad es una vida que hemos comenzado a vivir y un reto que queremos afrontar.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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