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Huellas N.5, Octubre 1984

CARTAS

Vacaciones en Galicia

¿Por qué publicamos estos testimonios? ¿Por qué no presentar simplemente un reportaje sobre las vacaciones?
Porque las vacaciones son una experiencia, y aunque lo son de una única realidad, se viven en primera persona. Y un testimonio es el grito que lanza quien se siente afectado por algo grande que le marca para toda su vida.
Nuestra revista no es teórica, ni tampoco es únicamente un instrumento de información: es el reflejo de nuestro camino.


En el viaje de regreso a Madrid todos íbamos pensando y comentando lo que habían significado y cómo se habían desarrollado las vacaciones de este año. Íbamos haciendo balance de lo que estas vacaciones en Cambados habían supuesto para cada uno en particular, y para todos en la compañía. Unas vacaciones que, todos estábamos de acuerdo, habíamos vivido plenamente. Muchos incluso opinaban que estas habían sido las mejores vacaciones de todas en cuantas habían participado. Yo no puedo opinar, pues estas eran las primeras a las que acudía, pero puedo decir que esta fue para mí al acontecimiento más importante desde que conocí el movimiento hace año y medio. Porque en este ambiente de vacaciones me ha dado cuenta de muchas cosas que hasta entonces creía no llegar a encontrar en el movimiento. Es en ocasiones como esta, donde nos encontramos españoles con italianos y suizos, gente que tiene una experiencia que comunicarnos, donde realmente se aprecia y se descubre el espíritu que llena, suave y anima al movimiento. Este espíritu se manifestaba de forma más evidente cuando en el puerto o en una plaza empezábamos a cantar y la gente se unía a nosotros con total espontaneidad y naturalidad, dando palmas y cantando, porque a buen seguro veían en el grupo una alegría que no es capaz de manifestarle cualquiera que se ponga en una calle a montar el espectáculo. Yo pensaba que esto tenía que salir de algún sitio, no podía ser una alegría cualquiera, un entusiasmo superficial. El significado de esto tenía que ser algo más profundo, y en el movimiento no podía ser otra cosa que la presencia de Cristo en la compañía. Esto ya lo sabía, pero fue en Cambados donde pude descubrirlo y experimentarlo por mí mismo. Viviendo en este ambiente, participando plenamente de las vacaciones, es como se puede experimentar el cambio radical que supone el pasar de la alegría contagiosa, explosiva, deslumbrante del primer momento, a una alegría distinta. Esa alegría superficial puede quedarse simplemente en eso, pero sin fundamento real si no se profundiza en ella. Es en estos momentos de vacaciones cuando esa alegría se transforma y se convierte en alegría reflexiva, consciente, de pleno sentimiento y aceptación de lo que vivimos, que es la presencia de Cristo en nuestras vidas. Por eso estas vacaciones tienen un significado. No han sido unas vacaciones cualquiera, de puro divertimento, venales; han sido mucho más. Por eso allí se habló de realización, de decisión, de ser uno mismo en el ambiente. Porque el objetivo primordial de las vacaciones es crecer, crecimiento de las personas y crecimiento de la compañía. Este crecimiento no es otra cosa que la propia realización, que consiste en experimentar esa presencia de Cristo, fundamento de la compañía, en uno mismo, de forma que toda la vida esté orientada al ideal, que si me anima a mí animará a la compañía, que crecerá si yo crezco. Porque ha sido en Cambados donde con mayor claridad he visto que el movimiento soy yo y cada uno de los que lo formamos.
David Pérez

Los días que pasamos cada año juntos en vacaciones son el broche óptimo para finalizar el curso. Este mes de Julio, en Cambados, he encontrado respuesta a esa falta de decisión que me acosaba y no sabía cómo encaminar. Mi falta de coraje para adherirse DEL TODO era consecuencia de mi mentalidad crítica e intransigente; no me veía pieza acoplada a Su puzle, todos únicos, necesarios.
Ahora sé que no puedo olvidar que la solución de mi vida está ya escrita y es absurdo seguir indagando: Cristo ha nacido también para mí, y me abarca y me llena.
Merece la pena apostar y no quedarse de espectador en la tribuna. Porque vamos juntos, y en cada rostro, en cada acto común destella al fondo ESE DESTINO hacia el que merece la pena caminar, firmemente.
El afán algo egocéntrico de superación que tenía, ahora nace espontáneamente como respuesta y ofrecimiento a QUIEN TODO me lo da. Ser auténticos, saber exigirnos y expresar lo que llevamos dentro es nuestra tarea.
Amigos míos haciendo así cambian; cambian sus caras mientras en Galicia compartíamos el tiempo, la playa, los fracasos, los proyectos, la ilusión. Y otros, que no nos conocían, disfrutaron con nuestra alegría y nuestros juegos.
El sentido de la oración como vehículo de petición y agradecimiento se hace a diario menos abrupto, más fácil, INDISPENSABLE.
Concluyo con la frase que intentaremos hacer real, recuerdo de diez días inolvidables: "Esta Presencia no exige como respuesta ni una acción ni un discurso, sino otra presencia, la de cada uno de nosotros"
Mariela Guzmán de Lázaro

Ahora que ha comenzado el curso y que las vacaciones de Cambados han quedado atrás, nos hemos dado cuenta de que todo lo que allí aprendimos ha pasado a formar parte de nosotros, y que más que ser un cúmulo de ideas perfectamente definidas son sentimientos que nos incitan a actuar de una determinada forma. No solo aprender a aceptar a los demás tal y como son (es decir, ganando puntos en casa, en el colegio, con los amigos), sino aceptándonos a nosotros mismos, reconociendo nuestros fallos y nuestros límites. Pero esto no quiere decir que estamos dejando de intentar superarnos, porque es luchando contra las dificultades cuando profundizamos en la formación de nuestro carácter.
Descubrimos durante estas vacaciones la importancia de los momentos religiosos, y hemos empezado a sentir detrás del simple acto externo parte del motivo que nos une, no solo con la gente del movimiento, sino con todos los que han hecho de Cristo el verdadero motivo de su vida.
En Galicia sentimos a Cristo dentro del ambiente; ahora que lo excepcional del momento se ha perdido, han nacido más ansias de sentirlo constantemente, de que la unión nazca como consecuencia de Cristo y no el sentir a Cristo como consecuencia de la unión.
A partir de la experiencia de Cambadas ha surgido una pregunta: si somos conscientes o no del motivo de nuestra vida. Tratando de responder a esto hemos descubierto que más que buscar un fundamento cualquiera, deseamos que este fundamento sea Cristo. Queremos que nuestra vida esté encaminada hacia algo y no se base en el mero sentimiento instintivo de querer vivir.
Paloma Gay y Lola Carmona

Cuando un día te llaman por teléfono y te dicen con toda la solemnidad que es posible: "tienes que escribir para la revista", tras el primer momento de terror por lo que supone hablar de cosas que todos van a leer, aludes el compromiso como excusas vacías y poco convincentes.
Te han pillado desprevenido y no tienes escapatoria. Surge después la inevitable tentación de querer escribir maravillas, para cuando te vean te felicitan por tus dotes literarias y se cotilleé en los corrillos tu artículo "de impacto". Pero el contar lo que han supuesto para mí nuestras vacaciones en Cambados, no podía quedarme en estúpidas formalidades.
Aquellas palabras que en un principio nos eran extrañas, "presencia", "propuesta", "compañía", "amistad", se han convertido en realidad, nos hemos encontrado frente a ellas y su fuerza es tal que no las hemos elegido el camino más difícil, encarar tales compromisos, lo cual supone una importante responsabilidad frente a nosotros y sobre todo frente a Aquel por quien nos hemos decidido.
El dar un sentido a todo lo que hacemos, un significado que vaya más allá de lo que nos prometen los más optimistas de nuestros mayores, es decidirnos por la libertad. Saber hacer de nuestra amistad, que no precisa pruebas porque es fundamenta en algo que no parece y que la trasciende, una pacífica arma de combate, es la tarea diaria de ofrenda personal a Cristo. Es esa amistad verdadera que ha nacido entre nosotros la que he descubierto estas vacaciones.
Pero hoy ya no estamos en Cambados todos juntos. Nos hemos desperdigado por las universidades y los colegios. El futuro se nos presenta oscuro e impreciso. La monótona rutina amenaza con aparecer de nuevo, y sin duda lo hará. Por ello no podemos olvidar ahora esa "arma pacífica" que un día se dejó ver y debemos usarla en defensa de la fidelidad consciente al único ideal que no nos fallará: Cristo. Solo así podremos llegar a ser la alternativa válida y necesaria, con la seguridad de que más allá de nuestras palabras, más allá de nuestras personas, siempre responderá Él.
Ignacio Alonso

Estas vacaciones en Camabados constribuyeron de manera fundamental a hacernos comprender mejor el sentido de nuestra amistad. Comprobamos que la vida de movimiento permite de verdad al encuentro con Cristo; poder percibir, quizá solo durante un momento, que Él se manifiesta dentro de nuestra misma compañía, nos hacía ver nuestra propia vida como llena de valor y también a las personas que estaban a nuestro alrededor o las cosas que hacíamos juntos. La oración y la Misa lo recordaban todos los días, así como las palabras que nos dirigía Carras.
En particular los suizos comentamos que nos sentimos acogidos con gran sencillez, es decir, profundamente, tal y como éramos. Para nosotros fue también una experiencia fascinante encontrar gente de otros países y descubrir que todos intentamos construir nuestra vida sobre el mismo fundamento.
Esta relación entre nosotros testimoniaba que somos ya un trozo de sociedad nueva. Por todo ello podemos decir que las vacaciones han alimentado nuestra esperanza y nos han dado energía para seguir construyendo esta unidad entre nosotros.
Alfonso, Antonella, Chiara, Marco, Patrizio, Silvia

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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