«Cristo se ha metido en mi vida, mi vida se ha metido en Cristo, justamente para que yo aprendiese a comprender que Él es el punto neurálgico de todo, de toda mi vida. Cristo es la vida de mi vida. En Él se resume todo lo que yo quisiera, todo lo que busco, todo lo que sacrifico, todo lo que se desarrolla en mí por amor a las personas que me ha puesto al lado».
Esta revista quiere acompañar el comienzo del Centenario de don Luigi Giussani (1922-2005). Es él quien describe, con las palabras arriba citadas, el afecto que sostuvo su vida entera, que conmovió su razón desde su juventud, que invadió su corazón al subir los peldaños del Liceo Berchet para que aquellos jóvenes pudieran aprender un método con el que juzgarlo todo y ser libres. Y plasmó su obsesión –«no vivir inútilmente»– con gran fecundidad en un ímpetu de vida que no brotaba en él de la fuerza de voluntad o de un temperamento, sino de una satisfacción.
«No hay estructura ni organización o iniciativa que se sostengan», decía. Lo único que puede cambiar al hombre y al mundo es «una vida nueva y diferente». De la conciencia del don que invadió su vida nació una historia grande, compleja, llena de límites y de belleza, que llegó hasta los lugares más alejados, siguiendo caminos imprevisibles. Una historia que no era “suya”, como dijo en 1987, y que le llenaba de «un estupor aún mayor que el del inicio». Cien veces más.
Su propuesta desafía a la vida porque cualquiera puede someterla a la prueba del ciento por uno prometido por Cristo. Es una invitación incesante que parte de la experiencia. Nada podía hacerle cejar en su empeño por recuperar el cristianismo en su naturaleza de acontecimiento presente y digno de la espera infalible del corazón. «En un mundo fragmentado», donde «se dan respuestas antes incluso de hacer las preguntas, él vuelve a la pregunta», como dice el nuncio de Estados Unidos, Christophe Pierre, en el diálogo que abre esta revista. La insistencia de Giussani en no separar la razón de la experiencia, el sentido de la vida, de la experiencia concreta, impacta con la raíz de nuestro tiempo, que cree en todo y en nada.
Todo ideal se ve juzgado sin piedad por el paso de los años, se desvanece o se reaviva al confrontarse con cada situación histórica concreta. El que vivió Giussani, o vive en el presente o no existe. Entonces, esa «vida nueva y diferente», ¿cómo puede ser experiencia ahora? Se lo preguntamos a los que lo conocieron, de maneras distintas, incluso sin haberlo visto nunca en persona. A lo largo de este año documentaremos, tanto en la revista como en clonline.org, lo que vaya sucediendo con el testimonio y la colaboración de todos. Para ello queremos retomar las preguntas con que Julián Carrón nos invitaba a mirar este Centenario en los últimos Ejercicios de la Fraternidad de CL. «No nos interesa la celebración como tal, si no es por un motivo esencial: testimoniar lo que don Giussani ha generado en nosotros. ¿Qué tiene que ver don Giussani con los muchos desafíos que debemos afrontar? ¿Qué genera hoy su paternidad?».
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón