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Huellas N.06, Junio 2021

LIBROS PARA EL VERANO

El secreto

Giorgio Vittadini

Georges Bernanos
Diario de un cura rural
Encuentro
pp. 288 - € 21


Un joven cura es enviado como párroco al pequeño pueblo francés de Ambricourt. Su conducta, llena de humanidad y de fe, contrasta fuertemente con la mezquindad de muchos de sus fieles, como narra en un diario que escribe hasta su prematura muerte. La trama de la novela es muy sencilla, casi elemental, pero solo aparentemente.
De hecho, quien se acerque a este libro de Georges Bernanos debe librarse al menos de dos prejuicios. El primero es que sea un libro ambientado en una campiña ya desaparecida, de escaso interés. Al adentrarnos en su lectura, nos damos cuenta en cambio de que el contexto, mutatis mutandis, es muy parecido al de hoy. Entre los parroquianos prevalecen la maldad, el aburrimiento y sobre todo una inmensa y enmascarada soledad, no solo en lo referente a la Iglesia, sino a la propia existencia. ¿Qué diferencia hay en comparación con la vida de muchos de nosotros los cristianos de hoy?
Aquí nos encontramos con el segundo prejuicio. El libro narra la vida como una derrota. De la tristeza que aparentemente lo domina todo brotan sin cesar los signos de algo distinto. Cuando el cura va a visitar a la condesa y descubre la inmensa bajeza de una familia aparentemente respetable, exclama: «Nuestras faltas ocultas envenenan el aire que otros respiran». En ese diálogo se produce el milagro. La mujer desvela que el origen de su cinismo hunde sus raíces en su inmenso amor a un hijo que murió prematuramente; por primera vez acepta su destino, y muere reconciliada con la vida.
En el diario vemos a un hombre que ha «aceptado de una vez para siempre la terrible presencia de la divinidad en nuestra pobre vida». En el cáncer que le llevará hasta la muerte, se ve una vida convertida en misión hasta el final, cuando pide la absolución de sus pecados a un antiguo excompañero de seminario, enfermo de tuberculosis, que ha dejado el sacerdocio. No es solo abnegación o sacrificio, es mucho más, como se comprende en la predicación de Pascua: «No es culpa mía si llevo un traje de enterrador. Después de todo, el Papa se viste de blanco y los cardenales de rojo. Pero tendría derecho a ir vestido como la Reina de Saba porque llevó en mí la alegría».
Esa extraña alegría que aporta la fe incluso en el dolor es la misma que encontré en una esquela de mi abuelo veinte años después de su muerte: «En el amor a Jesús y a María he encontrado la fuerza para seguir adelante casi alegremente en una vida llena de luchas, contrastes, sufrimiento y también belleza». El secreto de mi abuelo y del cura de Bernanos es la esperanza de cada uno de nosotros.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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