Es importante reflexionar y acercar nuestra sensibilidad a la realidad del mundo del trabajo. Si son importantes todas las reivindicaciones que se hacen, la más importante de todas debe ser la recuperación del sentido del trabajo. Cualquier movimiento, cualquier lucha o sindicato, que no ofrezca al trabajador la respuesta por el sentido de lo que hace, no responde tampoco a la expectativa más importante que tiene hoy la sociedad trabajadora.
Es necesario, por otra parte, recuperar el verdadero significado del movimiento obrero, y desde aquí, como cristianos, comprometernos en esa tarea. Un movimiento de trabajadores que sólo pretende aumentos salariales, ha olvidado su historia, y ha entrado en la lógica implacable de la mentalidad burguesa. Aumentos de salarios sí, pero no basta. Un movimiento obrero debe perseguir la afirmación de la dignidad humana en el mundo del trabajo; y sólo se es capaz de esto si se busca la verdad. Por eso decimos que no bastan las reivindicaciones salariales, si no van acompañadas de la reivindicación de los valores propios del trabajo: justicia, unidad, solidaridad, libertad.
En este pequeño texto, el filósofo Tischner propone la hipótesis del trabajo humano como dialogo y comunión entre los hombres. Su discurso ofrece aspectos estimulantes de reflexión para aquellos de nosotros que comenzamos a hacernos también este tipo de preguntas.
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