Huellas N., Mayo 1983

IGLESIA

Cristo Jesús, redentor del mundo

De lleno en el Año Santo de la Redención os recordamos la oración que el Papa recitó dentro de la homilía de apertura de la Puerta Santa, oración que coincide con los motivos que mueven a Nueva Tierra y con las esperanzas de todas nuestras actividades.

"Haz, Señor, que este Año Santo de la Redención se convier­ta también en una llamada al mundo contemporáneo, que ve la justicia y la paz en el horizonte de sus deseos, y, sin embargo, concediendo cada vez mayor espacio al pecado, vive día tras día en medio de crecientes tensiones y amenazas, y parece dirigirse hacia una dirección peligro­sa para todos. Ayúdanos a cambiar el rumbo de las crecientes amenazas y desventuras del mundo actual.
¡Levanta de nuevo al hombre! ¡Protege a las naciones y a los pueblos ! ¡No permitas que se lleve a cabo la obra de destrucción que amenaza hoy a la humanidad!
Señor Jesús, ¡que se demuestre más poderosa la obra de tu redención! Esto te implora, durante este año, la Iglesia a través de tu Madre, que Tú mismo has dado como Madre de todos los hombres. Esto te pide la Iglesia en el misterio de la comunión de los santos. Esto te pide incesantemente tu Iglesia. ¡Oh, Cristo, que se muestre más poderosa -en el hombre y en el mundo- la obra de tu redención!".

XII REUNIÓN DE RELIGIOSOS EN MADRID
Se han reunido recientemente en Madrid, en la Parroquia del Santísimo Sacramento, 1.500 religiosos y religiosas celebrando su XII Semana Nacional con el tema "Nuevos planteamientos ante la nueva situación española".
Con variadas intervenciones - recomendamos leer las ponencias y conclusiones - los religiosos se preguntaron y analizaron "hacia dónde quiere ir la sociedad y no sólo hacia dónde quiere ir el
gobierno" (como dijo el P. Aquilino, presidente de la FERE). De espe­cial interés fue la clausura, a cargo del Cardenal Pironio, que afir­mó que "el presente y el futuro inmediato de la sociedad española...
se está jugando sobre el plano de la mediación cultural. En consecuencia, la presencia y actividad de los religiosos españoles deberá orientarse a formar formadores, a multiplicar multiplicadores de la cultura entre los nuevos sujetos que van emergiendo con fuerza en la actual sociedad española: jóvenes, mujeres, trabajadores, profesionales de la información..." Todo esto en clima creado por el mismo Concilio Vatica­no II, quien pidió un dialogo entre la vida religiosa y el mundo actual.