Va al contenido

Huellas N.4, Junio 1985

RESEÑA

El problema del dolor. C.S. Lewis

Juan Peña Osorio

Editorial caribe, Miami 1977
153 págs.

Clive Staples Lewis es ya más o menos conocido por sus ingeniosas y aconsejables Cartas del diablo a su sobrino (publicadas en España por Espasa-Calpe, en la colec­ción Boreal). Es autor también, entre otras obras, de Mere Christianity, The Four Lo­ves y The Problem of Pain, las tres tradu­cidas al castellano y publicadas por la edi­torial Caribe. Fue durante muchos años profesor de literatura medieval en la Uni­versidad de Cambridge, Inglaterra, y se si­túa en la línea de escritores cristianos an­glosajones que va desde Chesterton hasta el mismo John Henry Newman. Christopher Derrick, autor de Escape from Scepticism, fue alumno suyo. Lewis murió en 1963 y sus obras han sido traducidas a muchos idiomas.
The Problem of Pain (El Problema del Dolor) posee las buenas cualidades del res­to de sus obras: es inteligente e incisiva; clara y sencilla; breve pero, a la vez, llena de densidad y en la que los problemas se abordan con profundidad hasta donde al­canza el entendimiento humano ayudado por la Revelación de Dios. No responde a problemas meramente intelectuales, sino a realidades de las que todos nosotros parti­cipamos, que afectan a los más íntimo de nuestro ser. Nos guía hacia reflexiones y planteamientos llenos de seriedad, pero acompañados de ese buen humor caracte­rístico del autor que conduce a la esperan­za y a situar las cosas sin sacarlas de qui­cio. En definitiva, la lectura resulta ágil; el lector se siente implicado desde el princi­pio, haciendo pausas para la reflexión per­sonal, movido por continuas sugerencias. Si lo que se ha de pedir a un libro es que enseñe a vivir mejor al hombre y a tomar actitudes mejores ante la existencia, este li­bro lo consigue.
Como sugerencia, puede leerse junto con este libro la Carta Apostólica de Juan Pablo II Salvifici Doloris (11-2-1984) sobre el sentido cristiano del sufrimiento huma­no y tener así una visión clarificadora so­bre este problema que tan íntimamente afecta a todos los seres humanos y sobre el que los cristianos están llamados a ofre­cer una respuesta que ilumine al mundo.
El libro de Lewis desarrolla el problema del dolor en su contexto y no elude ningu­no de los serios problemas que plantea. Di­cho problema está en las raíces -del ateís­mo, que «nace a veces como violenta pro­testa contra la existencia del mal en el mundo» (Gaudium et Spes n. 19). Aborda en consecuencia el tema de la omnipoten­cia de Dios y su bondad en relación con el mal; examina la responsabilidad del hom­bre y su pecado de origen; y finalmente trata el mal definitivo, el infierno, y el bien definitivo, el cielo. Resulta curioso y lla­mativo, por otra parte, el capítulo dedica­do al dolor animal, en el que se detiene unas quince páginas. En definitiva, el hilo conductor de toda la trama es la misión purificadora que tiene un mal infinitamen­te mayor que es la pérdida definitiva y eterna del ser humano. El dolor ofrece una oportunidad para el heroísmo, y tal opor­tunidad debe ser aprovechada.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

Vuelve al inicio de página