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Huellas N., Junio 1983

CRITICA

El principito

Rafa Andreo

"El planeta siguiente estaba habitado por un bebedor. Esta visita fue muy breve, pero sumió al principito en una gran melancolía.
-¿Qué haces ahí? - pregun­tó al bebedor, a quien encontró instalado en silencio, ante una colec­ción de botellas vacías y una colección de botellas llenas.
- Bebo - respondió el bebe­dor con aire lúgubre.
- ¿Por qué bebes? - pregun­tole el principito.
- Para olvidar - respondió el bebedor.
- ¿Para olvidar qué? - in­quirió el principito, que ya le compadecía.
- Para olvidar que tengo vergüenza - confesó el bebedor ba­jando la cabeza.
- ¿Vergüenza de qué? - in­dagó el principito, que deseaba so­correrle.
- ¡Vergüenza de beber! - terminó el bebedor, que se encerró definitivamente en el silencio. Y el principito se alejó perplejo.
Las personas mayores son decididamente muy pero muy extrañas, se decía a sí mismo durante el via­je".
No nos dejan ser niños. Y si no haz una prueba: lee este li­bro y luego intenta contárselo a un "adulto". Dile que el secreto del principito es que "sólo ve bien con el corazón y que lo esencial es in­visible a los ojos". Te mirará con cara de asombro y lástima al mismo tiempo y pensará: no tiene la culpa, es tan idealista. Luego intenta leerle el párrafo "sólo los niños saben lo que buscan. Pierden el tiempo por una muñeca de trapo y la muñeca se transforma en algo muy importante y
si se les quita la muñeca lloran..." Te dirá probablemente que ya eres mayorcito para decir tonterías de muñecas y seguirá haciendo cosas im­portantes. Entonces comprenderás perfectamente al principito y al mundo tal y como aparece ante él. Ya no te extrañarás de que se sorprenda cuando visita el planeta del bebedor, los "a­dultos" no se sorprenden cuando se en­cuentran con "bebedores". Ni tampoco saben como el pequeño protagonista, lo importante que es tener un amigo.
Su filosofía es tremendamente sencilla y a la vez profunda, bastante más que la de muchas personas "se­rias". Por eso, sus reacciones, sus sentimientos, sus sorpresas y sus palabras nos obligan a reflexionar. ¿No es todo mucho más simple? y es que después de leer este libro es probable que te di­gas a ti mismo como el principito: de­cididamente, las personas mayores son muy extrañas.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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