Huellas N., Noviembre 1981

MADRID DIOCESANO

Jóvenes sin fronteras

En esta sección de nuestra IGLESIA DIOCESANA, pretendemos dar a conocer la vida de distintos grupos o Movimientos Juveniles Cristianos que, en diferentes campos, trabajan por la Iglesia de Cristo porque "...a la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y todos los miem­bros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros... " (Rom. 12, 4-5)

Hoy, Antonio Ledrado Gómez, Responsable Diocesano del Movimiento de "Jóvenes sin Fronteras" en Madrid, informa para Nueva Tierra de este movimiento juvenil, que viene desarrollando su quehacer apostólico desde 1971-72.

N.T. ¿Qué es el Mov. Jóvenes sin Fronteras?
A. Es un Mov. fruto de los cursillos de misionología que, anualmente, se celebran en Burgos; es por ello un Mov. juvenil,
eminentemente misionero. Buscamos una formación cris­tiana del joven a partir de la dimensión misionera, com­prometiéndole en
un quehacer diario respecto de los demás.

N.T. ¿cómo trabajáis para lograr estos objetivos?
A. En cada Diócesis hay un de­terminado número de grupos que trabajan cada curso ba­jo un lema o idea central, decididos a nivel
nacional, teniendo cada grupo libertad para tratar los temas. El grupo lo que hace es profun­dizar en una serie de temas de
carácter vivencial, doc­trinal...; este curso vamos a estudiar los documentos del vaticano II. En estos grupos hay que destacar las
personas del animador y el responsable que se preocu­pan por motivar a los jóvenes.

N.T. ¿Dónde soléis trabajar?
A. En un principio hemos venido trabajando en colegios, con el consiguiente peligro de terminar los grupos al acabar la "vida
escolar". Por ello, ahora estamos activando la formación de grupos en Parroquias, claro que, nece­sitamos Parroquias que nos
admitan. Nosotros vemos en las Parroquias un campo más grande, en todos los senti­dos: trabajo, distintos grupos, contacto con
familias;­ catequesis, ancianos, estu­diantes... y como nosotros vemos claramente, no cabe du­da, que todo cristiano debe ser
misionero, pensamos en la Parroquia como el lugar más apropiado para llevar a cabo nuestra misión.

N.T. ¿Tenéis algún tipo de actividades? ¿Cuáles y dónde las realizáis?
A. SÍ, tenemos actividades; pri­mero a nivel de grupo, como son la formación y preparación de catequistas, las campañas de
alfabetización, la atención a Cotolengos, visitas a asi­los, etc... Y luego a nivel diocesano, tenemos toda la preparación del Domund,
Jornadas­ de la Sta. Infancia, Campaña contra el Hambre, Jornada de Madrid con sus misioneros, Festival de la Canción misionera...

N.T. ¿Tal vez no son muchas actividades?
A. Al contrario, todo esto está pensado para mantener, por un lado, la unidad de trabajo con la diócesis y no trabajar a nuestro aire, y
por otro para mante­ner una continuidad, tanto de compromiso como de acción, y por ello promovemos actividades también en
verano para no rom­per la línea de trabajo (no ce­rramos por vacaciones). Y aquí tenemos que hablar de los vera­nos misioneros de
Silos.

N.T. ¿Qué es lo que ocurre en Silos todos los veranos?
A. Bien, aquello es un encuentro, a nivel nacional, de jóvenes de distintos movimientos (este año nos hemos juntado 52
movimientos), en el que nos reunimos durante 6 días de trabajo, meditación y convivencia, todo ello con el denominador común
de lo misionero. A estos encuentros también acuden fa­milias enteras (Famisión) para compartir sus vivencias.

N.T. Y para terminar, ¿gué podéis ofrecer a todos aquellos jó­venes de nuestra diócesis que quieran vivir de verdad su vocación
cristiana?
A. Nosotros ofrecemos una formación y mayor profundización cristiana y misionera. Trabajar en la diócesis y ¡por qué no! estimularos
a llevar el mensaje cristiano fuera de vuestra tierra.
Ante todo, queremos que el nivel misionero y el estilo de vida cristianos lleguen a todas partes y para eso necesitamos trabajar sin
ninguna frontera, trabajar siempre en colaboración con otros Mov. de la diócesis, para con ello cumplir la idea que mo­vió a San
Pablo "¡Ay de mí si no evangelizara!"

Actualmente tiene su sede diocesana en C/ Modesto Lafuente, nº 11