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Huellas N., Diciembre 1982

ACTUALIDAD

Navidad en Bangkok

Charo Nuñez

Si agudizáis el olfato, os daréis cuenta de que ya empieza a oler a Navidad...
Frío en las orejas, nieve en la sierra, anuncios de juguetes, es­caparates con estrellitas y la fami­lia hablando de turrón y vacaciones. Indicativos pobres los que enu­mero pero significativos para todos.
¿Os podéis imaginar; acaso, el nacimiento del Niño Dios a 402 de temperatura, sin anuncios, sin de­corados y sin familia? Difícil ¿eh? Si, y triste, os lo aseguro. En un país extranjero y demasiado lejano, incomunicados a causa del lengua­je... porque ¿a ver quién sabe tai­landés? y, lo peor de todo, sin cris­tianos con los que poder celebrar la venida de Dios a los hombres.
Así que os podéis imaginar lo que me acordé de la convivencia de Navidad, de las reuniones prepara­torias de Adviento, del "rollete" de los curas... todo lo peor se me ha­cía como lo más delicioso y deseado del mundo.
La tarde de nochebuena estaba comprando los últimos rega­los para mi familia en una de las céntricas calles comerciales de Bangkok
era de noche, hacía muchísimo calor, la ropa se pegaba al cuer­po, entré en un local y sobre una de las es­tanterías y, entre o­tras figuras represen­tativas de todos los dioses orientales, me encontré la imagen de la Sagrada Familia a­dornada al estilo de allí: guirnaldas de flores, y velas.
Me quedé mirán­dola (no sé cómo expli­carlo) con ternura, admiración... no sé... recé un Ave María...
Se me acercó una thailandesa que me preguntó, en un inglés tan malo como el mío, que si era cristia­na, me quedé un poco cortada y le dije que sí. Entonces se puso muy contenta y comenzó a contarme qué se yo... Porque sólo comprendí que ella y su familia también eran cris­tianos... Yo le sonreía y le decía a todo que sí... , estuve tentada a pedirle que me invitara a su casa pero al final solo le di un beso y le desee una feliz Navidad.
No sé si era católica o protestante, pero la alegría de aquella mujer thailandesa me ayudó a sentir la presencia de la Iglesia y... aquella noche, en uno de los mil chiringitos callejeros de Bang­kok, Charo no cenó sola.

 
 

Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón

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