El cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, ha realizado una recensión en la revista internacional 30 Días (septiembre 1994), sobre el último libro de don Giussani, El sentido de Dios y el hombre moderno.
La intervención del cardenal Ratzinger ofrece un cuadro ejemplar de la situación del hombre contemporáneo e indica qué puesto ocupa en este cuadro nuestra experiencia. Por esta razón se la proponemos a los lectores de Litterae
Tras la caída del «socialismo real» se percibe por todas partes en la inteligencia occidental un sentido de fracaso. De algún modo, la ideología marxista se había convertido en un punto de referencia desde el que unos más, otros menos, orientarse; representaba una Weltanschauung en sintonía con la ciencia y, al mismo tiempo, revelaba las verdades que la ciencia no era capaz de alimentar y que, sin embargo, son indispensables para el hombre. De este modo, el marxismo aparecía, en la práctica, como la única alternativa disponible al nihilismo. Por ello, hoy el nihilismo aparece como inevitable, estando implicado cada vez más en el nivel de las máximas prácticas, incluso en los estratos sociales en los que no se plantean preguntas filosóficas. Así lo demuestran la difusión de la droga y, sobre todo, una cultura nihilista del placer, cada vez más difundida y con trazos cada vez más manifiestos de urna antirreligión.
En esta situación es inquietante que la voz de la Iglesia parezca incapaz de llegar a los oídos y los corazones de los hombres. De algún modo se nos ha convencido de que todo lo que la Iglesia puede decir ya se conoce y ya está superado. Aparentemente casi nadie espera de ella una respuesta que abra una perspectiva: se indaga y se busca a tientas en todas las direcciones posibles, pero sólo raramente en la dirección de la palabra de la fe cristiana, aparentemente demasiado conocida.
El pequeño libro de Luigi Giussani podría ser una voz que llama la atención también de quien comparta ese escepticismo tan difundido respecto a la tradición cristiana.
Giussani nos muestra que en las simples experiencias fundamentales de cada hombre está contenida la búsqueda de Dios, que continúa presente incluso en el ateísmo.
En el diálogo con la literatura moderna, explicita el drama del mundo moderno. Así aparece con claridad que en el Renacimiento surgió un modo nuevo de relacionarse el hombre consigo mismo, con el mundo y con Dios, que nos introduce consecuentemente en la problemática del presente.
En la palabra de los poetas resulta evidente el aspecto trágico y, al mismo tiempo, cargado de esperanza, de nuestro tiempo.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón