Recogemos los textos de los tres comunicados difundidos durante la semana del Meeting de Rímini.
1. Comunión y Liberación es un movimiento de
educación en la fe. La naturaleza del Meeting de Rímini consiste en ser expresión de una responsabilidad libre que brota de tal experiencia.
Educar en la política, la forma más completa de la vida de un pueblo, no significa habituar al uso sagaz de términos políticos para una victoria de poder, sino que se trata de formar hombres que tengan la conciencia de la tarea fundamental de su vida, de la solidaridad que es un caminar en común hacia el destino, sin excluir ninguno de los factores de la convivencia humana.
Hay una palabra que juzga cristianamente esta' plenitud de valores: es la palabra caridad. La caridad se realiza en la observancia de las leyes que intentan sostener un ideal, en la multiplicidad de los aspectos y de las situaciones de la vida civil. Olvidando esta preocupación, los partidos o cualquier fórmula de gobierno pasada o presente se acosan acusándose mutuamente de los mismos errores.
El Meeting se adhiere a la tensión propia de la Iglesia: educar a los hombres en el sentido religioso de modo que sea él el que guíe la aplicación de los valores a las realidades temporales y terrenas en las que viven los hombres.
Nuestra preocupación respecto a la vida política, que debe ser condición de la libertad de un pueblo, es ser instrumento de educación de lo humano: educación de los jóvenes para que lleguen a ser un factor maduro de la sociedad. Es, en efecto, a través de la educación de la persona como se preparan los protagonistas del drama de la historia,.
El Meeting de este año quiere ser, una vez más, una contribución en este sentido.
Rímini, 21 de agosto de 1994
2.- La tarea que nos mueve es educar a la gente en
una madurez de vida personal. Esto no puede verificarse sin que esté vivo y presente un sentido religioso fundado sobre la razón; una madurez semejante es indispensable para que en la sociedad exista gente que trabaja con conciencia.
Una interpretación reducida y distorsionada en sentido político-partidista de lo que somos, ha malentendido engañosamente en el pasado nuestras intenciones. Hoy parece que un juicio así va perdiendo importancia; el horizonte, en otras palabras, se va despejando. Pero quizás es excesivo esperar que nuestra pasión por el hombre que camina hacia su destino sea unánimemente comprendida. Queremos subrayar una vez más que sólo la solidaridad es la garantía de la paz y de esa armonía entre los hombres que es irrenunciable para poder construir.
La estima sincera por el trabajo es el punto de partida fundamental para la formación de personalidades maduras. Por ello, es necesario que cada uno, incluidas las instituciones, se sacrifique de modo que se creen posibilidades concretas de trabajo y de formación. A este problema crucial está unido aquel otro también urgente de la libertad educativa: sin la libertad incluso la fantasía y la razón, que son ingredientes indispensables del compromiso y del sacrificio, se desvanecen.
Es además necesario que el Estado manifieste una posición clara y nada ambigua, de favorecer toda iniciativa abierta a la realidad y a las relaciones internacionales que aseguran al pueblo el bienestar; cuando esto está amenazado, un Estado traiciona la historia y la naturaleza del pueblo mismo. Consecuentemente no se puede afirmar un principio de justicia, destruyendo el tejido de la vida de un pueblo, ni perseguir valores primarios de la persona, como la libertad, en nombre de un sutil designio político.
Rímini, 24 de agosto de 1994
3. En el Meeting de Rímini millares de jóvenes y adultos se entusiasman con un problema estrictamente científico y crítico como la contemporaneidad de los Evangelios con la vida de Cristo.
Análogamente, 65 mil espectadores han visitado la exposición sobre las "Antiguas gentes de Italia".
Personajes de la cultura, de la Iglesia y de la sociedad han contribuido a profundizar el tema del Meeting.
El trabajo gratuito de millares de personas ha hecho posible un acontecimiento de otro modo impensable.
Todas estas cosas deben hacer reflexionar a cualquiera que le importe un poco el desarrollo de nuestro país.
El valor del Meeting puede ser reconducido a este fin: favorecer en la persona una atención seria respecto a los problemas que la historia presente y, por tanto, una madurez de actitud crítica que alcance a determinar el clima mismo y la praxis de los ambientes de trabajo.
La esperanza, aunque sea leve, de u'n resurgir del espíritu del pueblo italiano puede ext-raer energías impensables de estos puntos. Por ellos también, la capacidad fantástica de un pueblo de trabajadores puede reencontrar las condiciones para esos sacrificios que ninguna agudeza organizativa puede pretender y que son necesarios para construir formas humanamente vibrantes de civilización.
Esta es la contribución mayor que el Meeting puede dar y las más adecuada que se pueda pensar para la situación italiana.
Rímini, 27 de agosto de 1994
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón