Publicamos unos apuntes tomados de un texto preparado por los responsables del movimiento en los comienzos de la historia de GS (posteriormente CL). Precisamente el período de vacaciones, vividas en grupo o personalmente como uno de los momentos más intensos de descubrimiento de una compañía guiada al destino, ha sido uno de los factores de mayor difusión y maduración de la experiencia del movimiento. Por este motivo, confrontarse con estos apuntes puede resultar hoy - no obstante la distancia del lenguaje y de los ejemplos - una provocación útil para todos.
Para las vacaciones
Durante las vacaciones el empeño debe ser mayor. Las vacaciones son en el año como el domingo en la semana: la toma de conciencia. Es un trozo del designio educativo de Dios. La mayor libertad (más tiempo libre, libertad de condicionamientos, mayor contacto con lo esencial) nos hace tomar más libremente conciencia de nuestra vocación. Es el momento de la profecía, en dos sentidos: a partir de ahí puedes comprender lo que va a ser tu vida; y por otro lado allí vives el testimonio, es decir una afirmación más personal e intensa de Él. Durante las vacaciones es menor el peligro del sentimentalismo por Jesucristo (el sentimentalismo es si acaso por el mundo). Se trata de adoptar un ritmo nuevo, inmerso en el mundo que es viejo.
Por lo que, la elasticidad estará:
1- en la medida de la prontitud, en tomar una decisión inicial. ¿Para qué? Para continuar con el grupo, es decir en tu puesto en la comunidad. Hace falta saber de antemano que hay que volver a empezar contínuamente, a pesar de todas las incertidumbres y caídas (la oración de la mañana, la petición de volver a empezar); 2- en la medida de la atención a la compañía, vivir intransigentemente, sin pactar con el mundo. Es necesario aceptar con paz el escándalo que demos por nuestra intransigencia. Atención a no ceder al «sentimiento» de los otros como un gusto o un desahogo (por ejemplo después de estudiar o del trabajo), dejándonos llevar por los compañeros» y abandonándonos. Para nosotros todo es compañía (hay un modo de ver las cosas como si estuviéramos todos). Es necesario no actuar como los demás con el pretexto -que es una coartada- de que lo hacemos «de una forma distinta». El nuestro debe ser un oponerse, porque es un ponerse frente a otros que son distintos.
3 - en la medida del empeño práctico:
a- fidelidad a las prácticas establecidas: misa, comunión, meditación, rezo de las horas, vísperas, completas, a ser posible a las horas establecidas, acordándonos de que el recogimiento inicial es para entender aquello que se va a hacer y que se hace junto a todos los demás;
b- en los momentos de mayor relajación las actitudes mecánicas de oración como el rosario, etc.;
c- una vez al mes una jornada entera dedicada a Él casi retiro: mayores mortificaciones, oración, meditaciones más largas, visita a la iglesia;
d- tener siempre presentes estas directrices y estas observaciones, releyéndolas frecuentemente, especialmente cuando no se esté agotado;
e- referirse siempre a la autoridad para las decisiones importantes;
f- un trabajo de cultura hecho sistemáticamente: ejemplo la lectura teológica de los libros indicados, pero con libertad y discreción;
g- la meditación lo más posible sobre la litúrgia (misa dominical, breviario);
h- escribirse, no banalmente, pero en una forma breve y esencial: un descubrimiento, una experiencia, una idea... (como si fuese un relato a toda la comunidad-cuanto más impersonales sean el tono y el motivo, tanto más indicarán amor personal).
La ayuda más grande la da la idea de nuestra vocación, esto es: de la adhesión a Dios.
Esta idea debe ser tenida más continuamente presente durante las vacaciones, por ejemplo en la comunión. Esto no quiere decir análisis de lo que haremos, sino adhesión a aquello que ahora aparece claro. Por ejemplo: la idea de la dedicación al Reino está clara ya ahora:
1) sacerdotes-monjas
2) profesores en Italia, en Brasil.
Si durante las vacaciones aparece más clara una de estas posibilidades, para que no se pierda, hay que adherirse a ella.
Créditos / © Asociación Cultural Huellas, c/ Luis de Salazar, 9, local 4. 28002 Madrid. Tel.: 915231404 / © Fraternità di Comunione e Liberazione para los textos de Luigi Giussani y Julián Carrón